Codelco está deteniendo el procesamiento de cobre en una importante mina, una de las primeras interrupciones de producción causadas por la pandemia de coronavirus del mayor productor mundial de metal.
El jueves, la empresa estatal anunció la suspensión de todas las actividades de fundición en su operación Chuquicamata y una fuerte reducción de las operaciones de la refinería. La medida permitirá prescindir de 400 trabajadores, en medio de un brote de COVID-19 que ya le ha costado la vida a al menos tres trabajadores de Codelco.
Hasta ahora, las minas chilenas han logrado mantener la producción con equipos reducidos, postergando las actividades de mantenimiento y stripping. Como tal, la medida puede dar a los operadores razones para apostar por otro repunte de los precios en medio de la fuerte demanda china. El viernes 26, el cobre se cotizó con un alza de 1,4% a US$5.975 por tonelada en Londres.
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Aun así, la medida puede no ser una interrupción del suministro tan importante como parece. Permitirá a Chuquicamata concentrarse en la producción en las áreas de mina y concentrados. Y el mercado de concentrados es el que está experimentando escasez, dado que minas en otros lugares, incluido Perú, no están operando a su total capacidad, lo que ha resultado en un debilitamiento de las tarifas de tratamiento y refinación. Los concentrados contienen aproximadamente 30% de cobre y se utilizan como materias primas en la fundición.
Además del cierre de la fundición, la refinería de Chuquicamata operará a un tercio de su capacidad. Los sindicatos han pedido que se cierre toda la mina durante dos semanas para realizar una limpieza a profunda.
“Esta nueva medida es de carácter transitoria y tiene como objetivo reducir la exposición en las áreas, y reforzar los esfuerzos y controles preventivos de seguridad y salud de las personas en la división”, dijo Codelco.
