El Ministerio de Finanzas de China está estudiando la posibilidad de permitir a los Gobiernos locales vender 1,5 billones de yuanes (US$220.000 millones) de bonos especiales en el segundo semestre de este año, una aceleración sin precedentes del financiamiento de infraestructura destinado a apuntalar la atribulada economía del país.
Las ventas de bono se adelantarían de la cuota del próximo año, según personas familiarizadas con las discusiones, que pidieron no ser identificadas porque no están autorizadas a hablar públicamente. Sería la primera vez que la emisión se acelera de esta manera, lo que subraya la creciente preocupación de Pekín por la grave situación de la segunda economía mundial.
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Hasta ahora, los Gobiernos locales no empezaban a vender deuda hasta el 1 de enero, cuando comienza el nuevo año presupuestario. Por lo tanto, la propuesta de ajustar ese plazo tendría que ser revisada por el Consejo de Estado y podría necesitar también la aprobación del órgano legislativo del país, la Asamblea Popular Nacional (APN).
La deuda se usaría principalmente para pagar el gasto en infraestructura, un viejo libro de jugadas que los responsables políticos están utilizando para impulsar una economía afectada por los cierres para controlar el covid y la caída del sector de la vivienda. El financiamiento se sumaría a los 1,1 billones de yuanes en nuevas ayudas a la infraestructura anunciadas en las últimas semanas, en un momento en el que el Gobierno del presidente Xi Jinping trata de que la economía regrese a la senda de su objetivo de crecimiento anual de alrededor del 5,5%.
“Hace tiempo que está claro que los Gobiernos locales necesitan más dinero. Las noticias de hoy sugieren que el Gobierno central sigue sin estar dispuesto a ampliar su propio balance y, en cambio, deja que los Gobiernos locales traigan cuotas de endeudamiento de 2023, lo que significa un precipicio fiscal el próximo año”, dijo Wei Yao, jefe de investigación para Asia Pacífico y economista jefe de Société Générale SA. Aun así, sigue siendo “muy difícil” que China alcance su objetivo de crecimiento, dijo, manteniendo la proyección del banco de una expansión del 4% este año.
El Ministerio de Finanzas y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios enviadas por fax.
Cada año, los Gobiernos locales reciben una cuota para el número de bonos generales y especiales que pueden vender. Hasta 2018, las provincias y ciudades esperaban a que la reunión de la APN en marzo aprobara oficialmente esa cuota antes de comenzar a vender los bonos, lo que significaba que el dinero no se gastaría hasta mucho más tarde en el año.
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A partir de 2019, el Gobierno central empezó a emitir las cuotas antes para que las autoridades locales pudieran empezar a vender la deuda lo antes posible tras el inicio del nuevo año. En diciembre del año pasado, el Ministerio de Finanzas informó que ya había emitido casi 1,5 billones de yuanes de las cuotas de 2022, y luego presionó para que los 3,65 billones de yuanes de bonos se vendieran rápidamente y se utilizaran este año. A fines de junio, la mayoría de esos bonos se habían vendido, lo que significa que hay espacio en la segunda mitad del año para vender más deuda si el Gobierno quiere.
En 2018, la APN permitió al Consejo de Estado empezar a conceder algunas de las cuotas de bonos del año siguiente antes, pero no mencionó el calendario de ventas. Eso significa que permitir el uso de la cuota de 2023 este año puede necesitar la aprobación de la APN primero, posiblemente en una de las reuniones regulares de su comité permanente.
MAR / ff