Estados Unidos y China señalaron avances en la primera fase de un posible acuerdo comercial el viernes después de una llamada entre los principales negociadores.
Importantes representantes de las dos economías más grandes del mundo: el viceprimer ministro de China, Liu He; el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin; y el representante comercial de EE.UU. (USTR), Robert Lighthizer, hablaron por teléfono el viernes y ambas partes publicaron declaraciones que describían la llamada como “constructiva”.
El Ministerio de Comercio chino dijo que lograron un “consenso en principio”, y Estados Unidos citó el progreso y que las discusiones continuarán en un nivel secundario.
“Hicieron progresos en una variedad de áreas y están en el proceso de resolver problemas pendientes”, dijo el USTR en un comunicado.
Las acciones se mantuvieron cerca de máximos históricos, en medio de signos de un avance y después de un informe anterior que mostró un crecimiento del empleo más fuerte de lo esperado en EE.UU.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo el viernes más temprano que los aranceles adicionales sobre los productos chinos aún son posibles, ya que los negociadores de Estados Unidos y China analizan los detalles del posible primer paso en un acuerdo comercial.
“Todavía están sobre la mesa hasta que este acuerdo de fase uno se complete, o, en el peor de los casos, no se complete”, dijo Kudlow en una entrevista en Bloomberg Television. “El presidente ha insinuado que, dependiendo del proceso de la fase uno, puede estar dispuesto, digo puede estar dispuesto, a echar un vistazo a esos aranceles”.
Los comentarios de Kudlow se dan luego de que China obtuviera el viernes el permiso de la Organización Mundial del Comercio para imponer US$3.600 millones en sanciones contra Estados Unidos, en un caso que –aunque anterior a la guerra arancelaria entre los dos países– puede agregar una capa de tensión a las conversaciones en curso.
Los negociadores están cerca de terminar los detalles del pacto sobre el aumento de las compras de productos agrícolas estadounidenses por parte de China, la estabilidad monetaria y la apertura de los mercados de servicios financieros a las empresas estadounidenses, dijo Kudlow. También han hecho “un excelente progreso” en el tema del robo de propiedad intelectual, dijo. Las disputas en torno a la llamada transferencia tecnológica forzada probablemente no se resolverán hasta una posible segunda fase del acuerdo.
Ambos países están buscando una ubicación alternativa para firmar un acuerdo, si llegan a uno, después de que Chile cancelara una cumbre este mes donde el presidente Donald Trump y el líder de China Xi Jinping esperaban reunirse.