Algunas de las minas de cobre más grandes del mundo se están viendo obligadas a detener la producción, amenazando el suministro del metal justo cuando los datos muestran que el impacto al comercio chino ha sido menor de lo esperado.
Los inversionistas están cambiando su enfoque de destrucción de la demanda hacia preocupaciones sobre el suministro futuro a medida que la pandemia de coronavirus obligó a más minas a ralentizar o detener la producción durante la semana pasada. Aun así, no queda claro cuánta oferta se está perdiendo y cómo se equilibra con la demanda, según Ben Davis, analista de Liberum Capital Markets.
“Es un área gris”, dijo Davis, quien estima que aproximadamente 25% del suministro se ha visto afectado de alguna manera. “Sabemos que está afectando las cosas en ambos lados de la ecuación, pero aún no sabemos el alcance total de estos impactos en la demanda o la oferta”.
El cobre subió a un máximo de cuatro semanas, con un repunte del metal de hasta 3,6% a US$5.200 por tonelada en la Bolsa de Metales de Londres.
Las operaciones en Antamina, la sexta mina de cobre más grande del mundo, se suspendieron durante el fin de semana después de que la prueba de un trabajador diera positivo la semana pasada. La mina, propiedad de Glencore Plc, BHP Group, Teck Resources Ltd. y Mitsubishi Corp., está bajo limpieza y desinfección en preparación para un reinicio seguro con equipos nuevos. Se espera su reapertura en dos semanas.
Cerro Verde, la quinta mina de cobre más grande del mundo, está realizando operaciones limitadas de acuerdo con la orden de emergencia nacional del Gobierno peruano, dijo el operador Freeport-McMoRan Inc. Glencore indicó la semana pasada que dejaría una mina de cobre a pérdidas de Zambia bajo cuidado y mantenimiento durante al menos tres meses.
El creciente impacto en minas se genera a medida que China reporta cifras comerciales mejores a las esperadas para marzo, incluso cuando el virus provocó el cierre de negocios en todo el mundo.
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