Los exportadores de carne de América del Sur, entre los mayores beneficiarios de una enfermedad que mató a miles de cerdos en China, ahora están viendo una fuerte desaceleración en el comercio con la nación asiática a medida que el coronavirus surgido en Wuhan interrumpe los envíos.
Las exportaciones de carne de res de Argentina a China casi se paralizaron debido a que el virus restringe el manejo de carga en los puertos, según el grupo de la industria cárnica del país, CICCRA. “Está causando serios problemas de cobro porque hay compañías que han exportado pero no se les paga”, dijo el lunes Miguel Schiariti, quien dirige CICCRA, por teléfono.
Los empacadores de carne argentinos están buscando compradores alternativos, incluido Rusia, aunque esos mercados “no pagarán tanto como China”, dijo Schiariti. Los precios de exportación a China comenzaron a caer a fines del año pasado, cuando algunos importadores renegociaron términos, dijo.
Por su parte, vendedores brasileños están desviando envíos de Shanghái a otros puertos en China o Hong Kong.
Las compras chinas de carne brasileña, como pollo y cerdo, también son más lentas de lo habitual. Aún así, los exportadores esperan un repunte, ya que es probable que la producción china disminuya después de los retrasos en las entregas de alimentos debido a restricciones de tránsito impuestas por el gobierno. La piara local fue diezmada por la peste porcina africana, y los casos recientes de gripe aviar podrían frenar aún más los suministros domésticos de pollo.
Brasil, Argentina y Uruguay representan casi el 70% de las importaciones de carne de res de China, según una presentación de la empacadora de carne Minerva SA, que tiene operaciones en los tres países.