La peor moneda del mundo está encontrando cierto alivio. El peso argentino subió el jueves y obtuvo lo que correspondió al mejor desempeño en cualquier parte del mundo, en medio de un cambio en la percepción que favoreció a los mercados emergentes y comentarios de apoyo desde el Fondo Monetario Internacional hacia el país sudamericano.
En tanto el Merval se elevó por séptimo día consecutivo, su racha alcista más larga desde mayo.
A medida que los inversionistas confían más en que los encargados de políticas de los bancos centrales de países en desarrollo encontrarán formas de salvaguardar las economías, vuelven a tomar en consideración a uno de los países más afectados por un alejamiento de los activos más riesgosos a principios de este año.
El peso perdió más de la mitad de su valor en 2018 y el Gobierno argentino se vio obligado a solicitar un préstamo sin precedentes de US$50.000 millones al FMI en medio de la preocupación de que los funcionarios no se movieran lo suficientemente rápido para cerrar los déficits de cuenta corriente y presupuestario.
"El discurso ha comenzado a cambiar un poco en torno a los mercados emergentes, ya que una respuesta de políticas generalizada ha brindado a los inversionistas un poco más de confianza", dijo Ilya Gofshteyn, estratega de Standard Chartered en Nueva York. "Todo está recuperándose, cuanto más arriesgado, mejor".
A pesar de las alzas, el peso sigue siendo la moneda con el peor desempeño del año, tras caer un 51 por ciento.
