La confianza de los consumidores de Estados Unidos registró un aumento sorpresivo a principios de mayo, en medio de los pagos generalizados para aliviar los efectos del coronavirus y descuentos en artículos de precios altos, aunque aumentó el pesimismo sobre las perspectivas a largo plazo para los ingresos y la economía.
El índice preliminar de confianza de la Universidad de Michigan subió 1,9 puntos desde un mínimo de ocho años a 73,7, según datos del viernes 15 de mayo.
La cifra se compara con una estimación media de 68 puntos base en una encuesta de Bloomberg a analistas.
La medida de las condiciones actuales aumentó 8,7 puntos a 83, mientras que el índice de expectativas cayó 2,4 puntos a 67,7, el nivel más bajo desde 2013.
“La confianza subió a principios de mayo a medida que los cheques de ayuda de CARES mejoraron las finanzas de los consumidores y el descuento generalizado de precios estimuló sus actitudes de compra”, dijo Richard Curtin, director de la encuesta, en un comunicado.
“A pesar de estos aumentos, las perspectivas financieras personales para el próximo año continuaron debilitándose”.
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El viernes 15 de mayo, otro informe mostró que las ventas minoristas se desplomaron en abril en un nivel que nunca antes se había registrado.
El informe de Michigan indicó que la mejora en las condiciones de compra de bienes duraderos reflejaba los grandes descuentos, especialmente en automóviles, así como las bajas tasas de interés. Eso ayudó a compensar las preocupaciones sobre las perspectivas laborales y de ingresos.
Una medida de la confianza sobre la situación financiera actual de los encuestados mejoró respecto del mes anterior debido a que recibieron ingresos. Pero las perspectivas financieras personales para el próximo año fueron las más bajas en casi seis años.
Si bien algunos artículos tienen grandes descuentos, los precios han subido para los productos esenciales de uso diario, como los alimentos. El informe de Michigan mostró que las expectativas de inflación para el año próximo saltaron a 3%, la más alta desde 2018.
Cuando se les preguntó sobre sus principales preocupaciones relacionadas con la pandemia, 57% de los encuestados mencionó la salud, un poco menos de 61% del mes anterior, mientras que 17% dijo que las finanzas y 21% dijo que el aislamiento social. Eso muestra los “crecientes costos del aislamiento social y su potencial para cambiar las opiniones sobre la reapertura de la economía”, dijo Curtin.
Los economistas esperan una recuperación significativa de la actividad en el tercer trimestre, pero todavía no se ve un regreso a la normalidad, ya que decenas de millones de estadounidenses están sin trabajo y las escuelas permanecen cerradas.
La encuesta fue realizada entre el 22 y el 13 de mayo. Durante ese período, el Departamento de Trabajo informó que más de 20 millones de personas perdieron sus empleos, lo que elevó la tasa de desempleo a su nivel más alto desde la Gran Depresión.
El informe de Michigan también mostró una gran brecha partidista en la confianza que persiste entre demócratas y republicanos, aunque la diferencia se ha reducido desde que comenzó la pandemia.