Es improbable que el Congreso de los Estados Unidos apruebe nuevas sanciones contra Rusia, incluidas propuestas que afectarían los proyectos de energía y la deuda soberana rusa, antes de las elecciones de noviembre.
La Cámara de Representantes seguramente entrará en receso al finalizar la semana y no retomará sus tareas hasta pasada la elección del 6 de noviembre. No está previsto votar antes proyectos de ley sobre sanciones a Rusia.
La postergación significa más incertidumbre para los inversores que tratan de evaluar el impacto en el mercado de una multitud de medidas propuestas en EE.UU. como castigo por una presunta intromisión electoral. Extranjeros renuentes a esperar y ver qué sanciones terminan por convertirse en ley han retirado más de US$75.000 millones del mercado de deuda soberana de Rusia desde abril.
Es probable que las medidas, que han conseguido apoyo de ambos partidos, se retomen tras el regreso de los legisladores. El Senado podría abordar las sanciones antes de la elección, pero nada se enviaría al presidente Donald Trump para su aprobación antes de su paso por la Cámara de Representantes.
“Hay un probabilidad realista de que el Senado pueda votar el proyecto de ley antes de las elecciones”, dijo el senador demócrata Chris Van Hollen, de Maryland, que impulsa un proyecto de ley bipartidario que impondría nuevas sanciones a los sectores financiero y de energía si el director de inteligencia nacional determina que Rusia continúa interfiriendo. “Es evidente que la Cámara está en una situación diferente”.
Las propuestas se han multiplicado tras versiones sobre persistentes esfuerzos de Rusia para manipular las elecciones estadounidenses e intentos de hackeo a senadores de EE.UU., y luego de que las agencias de inteligencia concluyeran que Rusia buscó ejercer influencia en la elección presidencial de 2016. Legisladores de ambos partidos también se han mostrado en extremo críticos de la reunión que mantuvo Trump con el presidente Vladimir Putin en Helsinki en julio y dicen que Trump no ha hecho lo suficiente por hacer responsable a Rusia.
Las propuestas se han multiplicado tras versiones sobre persistentes esfuerzos de Rusia para manipular las elecciones estadounidenses e intentos de hackeo a senadores de EE.UU.
Van Hollen dijo que los dos puntos más complejos del proyecto que respalda son la preocupación respecto de las sanciones a los bonos gubernamentales y el sector de energía. Agregó que la medida en relación con la deuda soberana ya se ha modificado para aplicar sanciones sólo a las nuevas emisiones de bonos. El borrador también comprende restricciones a importantes bancos estatales que podrían excluirlos del sistema financiero internacional.
Otro proyecto de ley del Senado, apodado el “proyecto del infierno”, apuntaría también contra la deuda y los bancos estatales de Rusia, al tiempo que se imponen nuevas sanciones a oligarcas y figuras políticas que contribuyen a actividades corruptas en representación de Putin, y se exige al Departamento de Estado que determine si debe catalogarse a Rusia como estado auspiciante del terrorismo. Las medidas entrarían en vigor al aprobarse la ley, pero los líderes del Senado han sugerido que ese plan se reduciría en el caso de una votación.
Los retrasos que enfrentan las propuestas legislativas no afectan otro paquete de sanciones que el gobierno impondrá sin la aprobación del Congreso. Forma parte de la respuesta al envenenamiento con un agente nervioso que tuvo lugar en el Reino Unido en marzo y podría entrar en vigencia alrededor de fines de noviembre. Es posible que agregue limitaciones al comercio, las relaciones diplomáticas y el servicio aéreo.