La enviada a Costa Rica del líder de la oposición de Venezuela, Juan Guaidó, tuvo un comienzo accidentado con el Gobierno del presidente Carlos Alvarado tras entrar en la Embajada de Venezuela, en San José, antes del vencimiento de la fecha límite de desalojo para el personal leal al presidente Nicolás Maduro.
Guaidó nombró a María Faria embajadora en Costa Rica, uno de los más de 30 gobiernos que lo reconocen como presidente de Venezuela. Costa Rica había dado al embajador leal a Maduro 60 días para retirarse, pero Faria llegó a la embajada antes de la fecha límite, ganándose una reprimenda oficial.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica dijo en un comunicado que deploraba el ingreso inaceptable a la Embajada de Venezuela en Costa Rica y dijo que la medida socava las normas diplomáticas fundamentales.
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El miércoles por la noche, la policía costarricense vigilaba la zona donde se encuentra la embajada. Un comandante de la policía dijo a los medios que los empleados que apoyan a Guaidó estaban dentro de la embajada y no permitían el ingreso de los empleados de Maduro. También dijo que cuatro manifestantes fuera de la embajada eran simpatizantes de Maduro. La embajada se encuentra frente a la residencia del enviado de Maduro.
El 23 de enero, Guaidó se autoproclamó líder de Venezuela hasta que se puedan convocar elecciones libres, y fue reconocido rápidamente por Estados Unidos como presidente. A pesar de ello, Maduro continúa controlando el Ejército y el Gobierno.
Las autoridades costarricenses no pueden entrar en la embajada, por lo que las dos partes deberán llegar a un acuerdo, dijo Shirley Campos, encargada de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores.
ED