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Según Bloomberg, crece el temor de intervención en Vaca Muerta por Cristina Kirchner

A medida que la expresidenta se acerca al poder acompañando a Alberto Fernández, los temores están aumentando de que sus políticas intervencionistas ponga trabas al tesoro energético del país.

Giro energético
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A medida que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se acerca al poder, están aumentando los temores de que sus políticas intervencionistas ponga trabas al tesoro de shale del país: Vaca Muerta. La exmandataria es la compañera de fórmula de Alberto Fernández, quien se espera salga victorioso en las elecciones presidenciales de octubre, después de vencer a Mauricio Macri, en las primarias del mes pasado. Si bien persiste la especulación sobre cuánto poder tendrá Cristina en cualquier nueva administración, ya está pidiendo precios regulados para la energía doméstica.

“La imposición de restricciones a Vaca Muerta o los precios internos expulsará las inversiones extranjeras”, asegura Fernando Valle, analista de petróleo de América para Bloomberg Intelligence en Nueva York. Con tanta competencia global, las compañías pueden decidir fácilmente perforar en otro lugar, explica.

En 2013, cuando Cristina Kirchner estaba en el poder, allanó el camino para que Chevron Corp. hiciera equipo con la estatal YPF SA, que nacionalizó un año antes, en lo que ahora es el bloque petrolero insignia de Vaca Muerta. En un discurso el sábado, la expresidenta dijo que los argentinos deberían pagar tarifas más baratas que los compradores mundiales por la energía producida en el campo de shale, el equivalente del país latinoamericano al auge de la cuenca Pérmica en EE.UU.

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“Todo lo que se consume del recurso dentro de nuestras fronteras, lo que sea utilizado por nuestras industrias, nuestro trabajo, debería tener precios nacionales”, dijo la candidata a la vicepresidencia. “Lo que los argentinos no queremos es que paguemos precios internacionales por algo que producimos aquí, que puede ayudar al desarrollo de nuestras industrias y brindarles una ventaja competitiva”.

Los analistas dicen que quien gane el poder seguirá apoyando a Vaca Muerta porque las exportaciones de shale son clave para asegurar los excedentes comerciales de energía que Argentina necesita para apuntalar el peso, su frágil moneda. Eso, a su vez, ayudaría a lograr una estabilidad económica a largo plazo.

Guillermo Nielsen, un asesor de Fernández que compite por un puesto en su gabinete, incluso está trabajando en un proyecto de ley para Vaca Muerta que incluye disposiciones para reducir los impuestos a las compañías petroleras y construir un oleoducto hacia el sur de Brasil para las exportaciones de gas.

Fernández, de quien se espera que revierta las reformas de mercado del actual presidente, Macri, dijo en una entrevista de radio el sábado que, si bien quiere una inversión internacional en Vaca Muerta, la tecnología argentina, siempre que sea posible, debe ser la base para el desarrollo del shale. Perforadores como Chevron, Petroliam Nasional Bhd de Malasia y la noruega Equinor ASA están explorando la región.

“Lo que me gustaría es que los argentinos hubiéramos podido perforar petróleo en Vaca Muerta con tecnología argentina, la cual no tenemos”, dijo Cristina, advirtiendo sobre los riesgos de “depender de las multinacionales”.

Schlumberger Ltd. anunció la semana pasada que venderá su participación en una empresa de producción de shale con YPF en Vaca Muerta. Su nuevo presidente ejecutivo, Olivier Le Peuch, dijo que los inversores y los clientes habían tomado mal las incursiones de la compañía de servicios en la producción.

El anuncio llegó poco después de que Macri congelara los precios del combustible en la bomba a raíz de su derrota ante Fernández en la votación primaria. Las perforadoras están pagando la congelación con menores ingresos petroleros. Reciben aproximadamente un 17% menos que las tasas del mercado.