El pronóstico que trazaba el mercado sobre el peso argentino había quedado muy claro y preciso en los contratos de futuros contra el dólar, a pesar de las intervenciones del Banco Central: la Argentina devaluaría su moneda oficial dos veces este año. La primera vez lo haría de manera “parcial”, tal vez en torno al 20%, en la segunda quincena de agosto y después de las elecciones primarias; la segunda sería en diciembre, una vez que asumiera la próxima administración.
El Gobierno empezó por cumplir este lunes la presunción que tenía el mercado al depreciar 18% el peso oficial, hasta las 350 unidades por dólar en el mercado de cambios mayorista. Ahora, los inversores apuestan a un salto del tipo de cambio a los 615 pesos para fin de diciembre, lo que supone una tasa implícita nominal del 211% anual.
Tras las medidas impuestas a las importaciones, “el Banco Central estuvo acumulando reservas“
Efecto evaporado
La devaluación fue resuelta para complacer parcialmente un pedido del FMI, según reconoció este miércoles el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, en una nota con el canal local TN. El movimiento fue interpretado por analistas como un esfuerzo del Gobierno por llegar sin sobresaltos al final del mandato. Pero el objetivo se derrumbó completamente: la brecha cambiaria no se redujo y volvió al 109%, el mismo nivel en el que había quedado el viernes previo a la elección.
El Gobierno transmitió que buscará mantener el tipo de cambio en 350 hasta las elecciones de octubre. La promesa le permitió acumular reservas esta semana, presumiblemente por entidades que decidieron apostar por rendimientos en pesos. Pero se teme que este carry trade dure poco, dado que las consultoras privadas estiman que la inflación superará el 10% mensual en agosto y septiembre.
Reapareció Sergio Massa: explicó la devaluación y prometió una suma fija
La cifra que habla: -ARS 338.467 millones
Es la caída que registró este lunes el stock de plazos fijos en pesos del sector privado, según cifras oficiales del Banco Central. Los ahorristas argentinos decidieron no renovar 2,7% de estos depósitos inmediatamente después de las elecciones primarias, a pesar del alza de tasa de política monetaria que resolvió el BCRA, del 97% al 118% anual. Se trata de la mayor caída en más de tres años en términos porcentuales.
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