China está agregando más desafíos a la economía global este año, más allá del conflicto comercial que sacude a los mercados financieros.
Los economistas ahora ven la amenaza de deflación en la nación manufacturera después de que la inflación de los precios de producción se desacelerara bruscamente en diciembre, a su ritmo más lento desde 2016. Nomura Holdings señaló dijo que "la pesadilla de la deflación del PPI es inminente", China International Capital dijo que "las presiones de deflación están al alza" y Haitong Securities proyectó que el punto de inflexión podría llegar este mes.
Eso no solo reduciría la rentabilidad corporativa en el hogar, sino que también ejercería presión sobre las ganancias de los precios globales, ya que por lo general los precios de exportación siguen a los precios de salida de fábrica. Con la producción industrial y el crecimiento de las ventas minoristas en sus niveles más débiles en una década, los problemas de China también implicarían una menor demanda de importaciones, lo que perjudica a otras economías.
"La desaceleración económica de China y la caída de los precios de las materias primas han provocado -y generarán- desaceleraciones en el crecimiento económico mundial y en los precios de las materias primas", señaló Lu Ting, economista jefe de Nomura en China, que ve una caída del 0,1 por ciento en los precios de producción china este año.
Para el presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, ahora vale la pena prestar atención a las señales que la economía china está enviando.
Desaceleración en China
"Están lidiando con una economía que se está desacelerando, lidiando con posibles problemas comerciales que podrían llegar a ser muy importantes si no se llega a un acuerdo, y tienen una gran influencia en su economía, lo que significa que la desaceleración podría ser mucho más de lo que están anticipando", dijo Rosengren después de un discurso del miércoles en Boston.
Después de subir las tasas en diciembre, la Fed ha señalizado que podría mantener las tasas de interés en suspenso hasta marzo o más allá de ese mes, mientras esperan esclarecer los riesgos para el crecimiento global que podrían afectar a la economía estadounidense.
En Corea del Sur y Taiwán, la desaceleración de China significa una menor demanda de productos electrónicos, según Lu de Nomura. Para Europa, la debilidad afectaría las ventas de artículos de lujo y automóviles de marca alemana, y podría llevar a la caída de los precios y la demanda de productos básicos de países como Australia y Chile.
Desplome en ventas de automóviles
Las ventas de autos en la nación tuvieron su primera caída anual el año pasado en más de dos décadas, ya que los consumidores se ajustaron el cinturón ante las mayores restricciones crediticias e incertidumbres económicas. Eso se sumará a los temores de recesión en Alemania, que había estado apostando a un repunte de la industria automotriz después de una contracción económica y una caída dramática en la actividad industrial.
Si la deflación de fábrica regresa, el gobierno se volverá aún más agresivo con tales medidas de apoyo al crecimiento, de acuerdo con Raymond Yeung y Betty Wang en Australia y Nueva Zelanda Banking Group en Hong Kong.
"Si el PPI permanece negativo durante unos pocos meses consecutivos, el gobierno puede considerar medidas de adaptación de políticas y de relajación de la propiedad para reducir el riesgo de un escenario deflacionario similar al de 2012-2016", puntualizaron.
