La Cámara de Diputados de Chile aprobó un proyecto de ley que financia un plan respaldado por el Gobierno para aumentar las pensiones luego de incluir un impuesto a la riqueza que la Administración rechaza, allanando el camino para un nuevo brote de tensión política.
Los diputados aprobaron este lunes 10 por unanimidad el proyecto que financia la creación de una pensión universal propuesta por el presidente Sebastián Piñera, enviándolo al Senado. Si bien el plan original del Gobierno eliminaba o reducía las exenciones tributarias, los legisladores de la oposición agregaron un impuesto a la riqueza de 1,5% para personas con capital de entre US$5 y US$22 millones, y de 2,5% para quienes superen ese rango.
El proyecto de ley podría abrir otra disputa entre el Congreso y Piñera, al mismo tiempo que el presidente se apresura a avanzar en la legislación antes de que finalice su mandato. Por su parte, legisladores y economistas han dicho que el plan del Gobierno para cubrir los costos de mejores pensiones se quedará corto. Aún así, la Administración dijo que impugnará el proyecto de ley ante el Tribunal Constitucional, argumentando que las materias impositivas son prerrogativa del jefe de Estado.
La propuesta establece una pensión mensual garantizada de 185.000 pesos (US$222), que beneficiará a los chilenos de 65 años en adelante que no pertenezcan al 10% más rico de la población. El costo alcanzará el 0,95% del producto interno bruto entre 2028 y 2034 antes de promediar el 0,92% en la década de 2040, según el Ministerio de Hacienda.
Piñera y el Congreso se enfrentaron anteriormente por proyectos de ley que permitían retiros anticipados de pensiones de los fondos de administración privada, conocidos como AFP. En términos más generales, los bajos pagos de jubilación son una de las principales fuentes de descontento social en Chile, lo que ha alimentado protestas en todo el país en los últimos años.