Cuando AT&T Inc. anunció en agosto que había adquirido los derechos de un duelo de golf entre Tiger Woods y Phil Mickelson, que se transmitirá mediante pago por evento durante el fin de semana de Acción de Gracias, su rebautizada división de entretenimiento WarnerMedia enfrentó un desafío: cómo crear un evento de golf que vaya más allá de los seguidores tradicionales del deporte.
"Tenemos un compromiso con el fanático empedernido y el casual", señaló Craig Barry, director de contenido de Turner Sports, quien supervisó la producción. El objetivo, comentó en una entrevista, era encontrar una manera inofensiva de apelar a ambos.
Es más fácil decirlo que hacerlo. Según el estudio publicado el año pasado en Sport Business Journal, los espectadores de golf son el grupo demográfico de más edad de cualquier deporte importante en Estados Unidos, con un promedio de 64 años para los eventos del PGA Tour. Pero aquellos en edad de jubilarse no son el principal premio para AT&T y el enfrentamiento será una prueba para la compañía tras adquirir Time Warner por US$85.000 millones.
Para complacer a los espectadores más jóvenes que realmente codicia, Turner no podía apegarse a una fórmula de golf estándar que destacara tomas del green con enfoque suave y comentarios silenciosos. En cambio, "The Match: Tiger vs. Phil” será con micrófonos en vivo de Woods, Mickelson y sus caddies, así como cámaras en drones que vuelan sobre sus cabezas mientras luchan por el premio de US$9 millones. "Cuanto más Tiger y Phil puedan llevar al fanático con ellos, más éxito tendrá", dijo Barry. "Creo que todo el mundo espera una confrontación visual y audible ahora".
Esos espectadores más jóvenes son lo que AT&T necesita mientras busca ganar terreno en un entorno de entretenimiento impulsado por los servicios de streaming por suscripción directo al consumidor. Pero ¿este enfoque amigable para los milenials irritará a los tradicionalistas? AT&T se enterará el viernes, cuando las dos superestrellas se enfrenten en el campo de golf Shadow Creek, en las afueras de Las Vegas.
Mientras planeaba la transmisión, Barry vio imágenes de "Monday Night Golf", una serie de partidos uno contra uno entre Woods y otros jugadores de golf, que estuvo al aire entre 1999 y 2005, así como "Skins Game”, una competencia televisada que duró más de dos décadas a partir de 1983. Si bien es importante mantener a los espectadores mayores en su zona de confort, Barry dijo que quiere asegurarse de que el enfrentamiento no parezca reformulado. Ambos jugadores dijeron que compartían la visión de Barry.
"No hay cortes comerciales, así que vas a escuchar toda la conversación, todas las bromas en cada hoyo y creo que eso dará una idea al espectador que han estado deseando", dijo Mickelson, en una entrevista conjunta con Woods en Bloomberg TV. "Escucharán el lado divertido de Tiger".
Woods coincidió. Dijo que los micrófonos permitirán al espectador "ser parte de lo que realmente significa estar ahí".
Los dos golfistas, que formaron una entidad conjunta para promocionar el evento, participaron de cada decisión. Woods y Mickelson rechazaron algunas cosas, dijo Barry, quien se negó a ser más específico. Como golfistas del PGA Tour, Woods y Mickelson tuvieron que hacer que la asociación diera su aprobación y pagar una suma por los derechos. PGA Tour, que ha aprobado el evento como una exhibición de un día, sí estableció algunos parámetros. Tanto Woods como Mickelson, por ejemplo, podrán hacer apuestas paralelas durante el evento, y las ganancias serán donadas a organizaciones benéficas, pero la asociación solicitó que dichas apuestas al aire sean limitadas para cada jugador.
"Apostar es parte de lo que hacemos en el juego del golf", dijo Woods.