El financiamiento, que forma parte de la Operación Warp Speed, apoyará los ensayos clínicos y la fabricación al tiempo que permite a EE.UU. asegurar 100 millones de dosis de la vacuna, si esta tiene éxito, dijeron las compañías el viernes. El país tiene la opción de recibir 500 millones de dosis adicionales a más largo plazo.
El acuerdo se produce tras compromisos de miles de millones de dólares de EE.UU. con otras vacunas experimentales, que todavía necesitan demostrar su eficacia en las pruebas, y puede avivar la preocupación de que otros países se queden más atrás. Las vacunas se consideran la clave para sacar al mundo de la pandemia, que ha cobrado la vida de unas 675.000 personas en cuestión de meses.
Todavía las vacunas experimentales necesitan mostrar su eficacia
Sanofi y Glaxo, dos de los mayores fabricantes de vacunas del mundo, firmaron un acuerdo similar a principios de esta semana con el Gobierno del Reino Unido, que también se ha apresurado a asegurar suministros. Las compañías están en conversaciones con organizaciones globales y la Unión Europea, y señalaron que planean entregar una parte importante de su capacidad en 2021 y 2022 a una iniciativa enfocada en acelerar el desarrollo y la producción en todo el mundo y distribuir las vacunas de forma equitativa.
Suministros probablemente limitados
Los desafíos y las apuestas para conseguir una vacuna para el mundo son enormes.
Si alguna vacuna tiene éxito en los próximos meses, es probable que los suministros sean limitados, lo que haría más difícil inmunizar a las poblaciones globales y detener la propagación del virus. La Organización Mundial de la Salud, la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés), y la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI, por sus siglas en inglés) anunciaron en junio un plan de US$18.000 millones para presentar vacunas y asegurar 2.000 millones de dosis para fines de 2021.
Sanofi planea comenzar en septiembre un estudio que comprima las fases temprana e intermedia de las pruebas clínicas, seguido de un estudio de fase final hacia el término de 2020. Si los resultados son positivos, las compañías pueden solicitar la aprobación regulatoria de EE.UU. en el primer semestre de 2021, dijeron el viernes. Su vacuna experimental se basa en tecnología que Sanofi usa para elaborar la vacuna contra la influenza, así como en los adyuvantes de Glaxo, que mejoran la respuesta inmune del cuerpo.
Mayores probabilidades
Sanofi y Glaxo están siguiendo a otros desarrolladores en la carrera por la vacuna contra el coronavirus. Moderna Inc., Pfizer Inc. y la asociación entre la Universidad de Oxford y AstraZeneca Plc se encuentran entre los líderes en los esfuerzos por desarrollar una vacuna. Pfizer y su socio BioNTech SE anunciaron el viernes que suministrarán 120 millones de dosis de su vacuna a Japón en el primer semestre de 2021.
EE.UU. ha cerrado acuerdos con varios de estos desarrolladores. Pfizer y BioNTech firmaron la semana pasada un pacto de US$1.950 millones para suministrar su vacuna contra el coronavirus al Gobierno del país, mientras que Novavax Inc., que aún no ha comercializado un medicamento o vacuna, anunció a principios de este mes un acuerdo por US$1.600 millones. EE.UU. también comprometió hasta US$1.200 millones para AstraZeneca.
Estados Unidos cerró un acuerdo con varios de los desarrolladores de vacunas
La Operación Warp Speed busca reducir el tiempo de un proceso que generalmente lleva años a solo meses.
El programa “aumenta las probabilidades de que tengamos al menos una vacuna segura y efectiva ya para fines de este año”, dijo en el comunicado el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Alex Azar.