Representantes del líder venezolano Juan Guaidó se reunieron esta semana en Washington con legisladores y buscaron el control de los activos de su país con el objetivo de asumir los compromisos de un gobierno oficial, tras el respaldo recibido por el presidente de Estado Unidos, Donald Trump, el pasado 23 de enero.
Los funcionarios estadounidenses rechazan las preguntas sobre la intervención militar y los recuerdos de su participación en asuntos latinoamericanos en el pasado, y también aseguran que es demasiado tarde para que los líderes del Vaticano o de Latinoamérica sirvan como mediadores para buscar algún acuerdo con Maduro.
"La presión sobre el régimen de Nicolás Maduro está funcionando y tenemos que mantenerla, aumentarla", declaró Carlos Vecchio, un aliado de Guaidó que se presenta como el embajador de Venezuela en EE.UU.
Estado Unidos ya certificó que Guaidó puede controlar cuentas bancarias clave en el país; impuso sanciones a la petrolera estatal PDVSA, lo que impide que Maduro exporte crudo a EE.UU. y persuadió al Banco de Inglaterra para que le negara a Maduro el acceso a US$1.200 millones en oro que el gobierno tiene en Londres.
En tanto, Citgo Petroleum Corp., la refinadora estadounidense controlada por PDVSA, es uno de los activos más importantes del pueblo venezolano, según un funcionario de la administración que informó a los reporteros el pasado jueves. El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato para discutir las opciones de administración, aseguró que el Estado Unidos está tratando de garantizar la viabilidad de Citgo, a la vez que impide que Maduro y sus amigos tengan acceso a sus activos e ingresos.
EE.UU. también se está apoyando en sus aliados europeos para tomar medidas adicionales de respaldo a Guaidó. El Parlamento Europeo aprobó una resolución no vinculante en Bruselas, donde lo reconoce como presidente interino "hasta que se puedan convocar nuevas elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles para restaurar la democracia".
El senador James Risch, un republicano de Idaho, afirmó que es probable que el Congreso extienda la asistencia más allá de los US$20 millones que el Secretario de Estado, Michael Pompeo, ofreció la semana pasada, aunque se negó a dar una cantidad en dólares. "El pueblo estadounidense siempre ha sido muy, muy generoso cuando hay una crisis humanitaria", dijo Risch en una entrevista.
