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OPINION

Es una locura que Estados Unidos ahuyente a inmigrantes hábiles

Donald trump dificultó la obtención de tarjetas verdes, impidió el ingreso de algunos estudiantes extranjeros y desalentó a otros de trabajar y estudiar.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos
Donald Trump, presidente de Estados Unidos | Bloomberg

El presidente Donald Trump ha hecho muchas cosas para alejar a los inmigrantes de grandes altamente calificados de Estados Unidos. Les dificultó la obtención de tarjetas verdes, impidió el ingreso de algunos estudiantes extranjeros y desalentó a otros de trabajar y estudiar y considera prohibir que los cónyuges de quienes cuentan con visa H-1B trabajen en el país. La campaña de hostigamiento parece funcionar. Las solicitudes de visa H-1B han bajado, al igual que la cantidad de visas emitidas a estudiantes extranjeros.

Es difícil que esto logre otra cosa que no sea entusiasmar a la base anti-inmigrantes de Trump. Suprime el flujo de estudiantes extranjeros hacia las universidades de investigación que son la mejor esperanza de un renacer económico en regiones en declive, deja a la industria tecnológica sin trabajadores talentosos, causa un daño a los trabajadores de origen: la evidencia sugiere que la inmigración de personas calificadas en realidad eleva los salarios de los estadounidenses de todos los niveles de habilidades al fortalecer la industria tecnológica local. Vacía las arcas del gobierno, porque los inmigrantes calificados pagan mucho más por impuestos de lo que usan en beneficios gubernamentales.

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De todas formas, algunos restriccionistas buscan razones económicas. Por ejemplo, tanto en la derecha como en la izquierda, quienes se oponen a los inmigrantes habilidosos afirman que dejar ingresar a los mejores y más brillantes a EE.UU. perjudica a los países en desarrollo al quitarles talento sumamente necesario. Se trata del argumento de la fuga de cerebros o éxodo de profesionales.

Ese razonamiento tiene cierta verosimilitud superficial. El crecimiento en países pobres como Bangladesh, Vietnam y Etiopía es importante para el bienestar mundial. Por lo tanto, si bien puede ser beneficioso para EE.UU. contar con más gente calificada de esas naciones, emplear sus talentos para construir fábricas de última generación en sus países natales en lugar de diseñar aplicaciones para estadounidenses acaudalados parece ser algo mejor para la humanidad en general.

Sin embargo, esto ignora todo lo bueno que le puede suceder a un país en desarrollo cuando sus personas inteligentes se mudan a Estados Unidos. En primer lugar, los inmigrantes calificados y su descendencia diaspórica suelen invertir en sus países ancestrales, aportando no solo capital sino además ideas y tecnología de naciones ricas. A veces incluso miembros de diásporas vuelven a sus países de origen para fundar empresas, un fenómeno conocido como ganancia de cerebros o profesionales. La socióloga AnnaLee Saxenian ha registrado cómo este proceso ha beneficiado a países como China e India.

Eso no es todo. La cantidad de personas educadas en países pobres no se arregla. Muchas personas inteligentes probablemente no logran obtener una buena educación porque las oportunidades económicas para los titulados son muy limitadas. El economista de la Escuela de Negocios de Harvard William Kerr ha registrado cómo, cuando EE.UU. permite el ingreso de más inmigrantes calificados de un país determinado, más personas de dicho país suelen buscar una mejor educación con la esperanza de emigrar también. Muchos nunca llegan a Estados Unidos pero emplean sus habilidades en sus tierras natales.

En otras palabras, EE.UU. en realidad puede incrementar el nivel educacional de otros países y potenciar su economía al aceptar a más personas educadas.

Un reporte de 2017 de los economistas Gaurav Khanna y Nicolás Morales teoriza que la inmigración de personas habilidosas a EE.UU. en la década de 1990, específicamente el auge de las visas H-1B, inició el apogeo de la tecnología de la información en India durante la década siguiente. Al mencionar que la industria de TI creció del 1,2 por ciento al 7,5 por ciento de la economía India en 2012, los autores escribieron:

Muchos trabajadores [con visa H-1B] volvieron a India... esta fuerza de trabajo educada en India permitió al sector indio de TI crecer rápidamente... con el tiempo, India se convirtió en un importante productor de software.

El crecimiento en India es una de las fuerzas más importantes detrás de la reducción de la pobreza mundial. Entonces, EE.UU. probablemente de dio un gran respaldo a la raza humana al recibir inmigrantes altamente calificados de India en la década de 1990.

Ahora es tiempo de que EE.UU. ayude de manera similar a otros países. Nigeria, Etiopía, Bangladesh, Indonesia y otras naciones pobres cuentan con enormes reservas de talento no utilizado a plenitud. Dar la bienvenida a este talento es lo más cercano a una política en la que todos ganan que encontrará EE.UU.

 

* Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.