El estudio que produjo "Los Juegos del Hambre", "Mad Men" y "John Wick" enfrenta ahora una crisis existencial. Lions Gate Entertainment ha perdido más de la mitad de su valor de mercado en el último año y tiene problemas para encontrar nuevos megahits. Además de eso, recientes fusiones han creado gigantes del entretenimiento que amenazan con hacer desaparecer los estudios más pequeños.
Todo esto añade presión a la firma fundada hace 22 años en momentos en que evalúa su futuro: abrirse a una adquisición, vender piezas o tratar de crecer para competir con los grandes.
El estudio fue formado en 1997 en Vancouver por Frank Giustra, financista de la minería y amante de las películas. Se hizo un lugar distribuyendo películas como "American Psycho" y tras la adquisición de Summit Entertainment en 2012 saltó a las grandes ligas gracias a la saga "Crepúsculo" de vampiros adolescentes. Ese mismo año también lanzó la franquicia "Juegos del Hambre". El estudio anunció la semana pasada que podría haber una precuela.
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Sin embargo, al ser una empresa más pequeña, Lions Gate ha sido durante mucho tiempo objeto de especulación sobre fusiones. Compañías como Metro-Goldwyn-Mayer, Sony y CBS han sido relacionadas con posibles acuerdos. Hace dos años, Lions Gate rompió negociaciones con la firma de juguetes Hasbro sobre una oferta accionaria con valor unitario de US$41, un valor total de casi US$9.000 millones, señalaron personas cercanas al tema.
Actualmente, las acciones se cotizan en cerca de US$12, agobiadas por dos años de menores ingresos en su división cinematográfica, y las negociaciones para fusionarse han vuelto a escena. Lions Gate ha mantenido conversaciones informales en el último año con compañías que podrían estar interesadas en comprar toda la empresa, afirmaron personas con conocimiento de la situación. No obstante, como las acciones están en su nivel más bajo en siete años, el estudio por el momento no está interesado en una venta, según personas cercanas al asunto.
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Un puñado de otras estrategias están en discusión. Una de ellas es comprar una participación en Miramax, el productor de películas que era propiedad de los hermanos Weinstein, explicó una de las fuentes. Su propietario actual, beIN Media Group, ha buscado en el último tiempo vender una participación minoritaria. Tal operación daría a Lions Gate acceso a una biblioteca de películas ganadoras de un Oscar como "Shakespeare apasionado" y franquicias resucitadas como "Halloween".
Un representante de Miramax no quiso comentar.
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