Los países del norte corren el riesgo de sufrir brotes de dengue, zika y chikunguña a medida que el cambio climático aumenta el área de distribución de los mosquitos portadores de estas enfermedades, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A medida que las catástrofes climáticas se producen con mayor frecuencia, los expertos temen que las enfermedades transmitidas por insectos se vuelvan más comunes, incluso en regiones del mundo donde actualmente no son una amenaza. Es lo que ha ocurrido este año en países del hemisferio sur que acaban de pasar el verano, cuando suele aumentar el número de mosquitos.
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“El cambio climático ha desempeñado un papel clave a la hora de facilitar la propagación de los mosquitos en el sur”, declaró Raman Velayudhan, jefe del programa mundial de la OMS para el control de las enfermedades tropicales desatendidas, en una sesión informativa celebrada el miércoles. “Y luego, cuando la gente viaja, naturalmente el virus va con ellos”.
Este año se han producido al menos 441.000 casos de dengue solo en las Américas, con más de 100 muertes, dijo. En la actualidad, cerca de la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer dengue, con hasta 400 millones de infecciones al año, según la OMS. El mismo mosquito transmite las tres enfermedades, por lo que el trío suele circular conjuntamente.
Aunque la mayoría de las personas que contraen el dengue por primera vez experimentan una enfermedad leve, con fiebre y dolor de cuerpo, algunas que lo contraen por segunda vez acaban padeciendo un caso grave, que puede provocar insuficiencia orgánica y la muerte. No hay tratamiento para el dengue y una nueva vacuna está empezando a ganar terreno.
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Uno de los mayores desafíos a la hora de controlar estos arbovirus es que los huevos de mosquito pueden permanecer secos durante varios meses mientras viajan en contenedores, para eclosionar en un nuevo país a las pocas horas de entrar en contacto con el agua. El mosquito, que pica durante el día, también tiene la costumbre de desplazarse entre varias personas de una sola vez, explicó Velayudhan.
“Se propagan por la altitud y la latitud”, afirmó Diana Rojas Álvarez, codirectora de la iniciativa mundial sobre arbovirus de la OMS. “Ya se han notificado casos en el sur de Europa”, dijo, mostrando un mapa que mostraba el rápido crecimiento de la incidencia en Italia.
Al igual que ocurrió con el covid-19, que fue una enfermedad nueva en humanos, una mayor presencia de mosquitos portadores de arbovirus puede dar lugar a la aparición de una nueva enfermedad transmitida por mosquitos, especialmente en zonas con mucha población. “Si la población es susceptible, existe el riesgo de que se produzcan grandes epidemias en estas regiones”.
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