El Fondo Monetario Internacional recalculó sus proyecciones para las economías de Medio Oriente y el norte de África. Por los efectos de la pnademia, la situación crítica se profundizará y espera que se contraigan más de lo que habían estimado inicialmente.
En su perspectiva económica actualizada, el fondo pronostica una contracción de 5,7% en la región este año, un empeoramiento de más de dos puntos porcentuales frente a su estimación de 3,3% en abril. El doble impacto de una fuerte caída en los precios del crudo y la persistente incertidumbre con respecto a la duración de la pandemia de coronavirus han nublado las perspectivas de un repunte económico.
“Los países deberían facilitar la recuperación al flexibilizar la reasignación de trabajadores y recursos, según sea necesario, mientras se reanuda el ajuste fiscal gradual y se reconstruyen las reservas de políticas”, según la actualización de las perspectivas económicas regionales para Medio Oriente y Asia Central publicadas el lunes.
Ahora se prevé que el crecimiento en los exportadores de petróleo de la región se contraerá 7,3% en 2020, frente a una reducción de 1,1% para los importadores, ya que las fluctuaciones en los precios del petróleo y las cuarentenas vinculadas a una pandemia tienen un impacto más grave en sus balances.
El FMI y la renegociación de la deuda argentina
Para los importadores de petróleo, los beneficios de un entorno de crudo más bajo se ven compensados por el comercio, el turismo, las remesas y las condiciones financieras mundiales más estrictas.
Las naciones de todo el mundo han detenido sus economías para contener la propagación de la pandemia, al tiempo que inyectan estímulo directa e indirectamente. En el Golfo Pérsico, los países recortaron gastos, redujeron los salarios de los trabajadores del Gobierno y facilitaron el crédito.
Aun así, estos no califican como medidas de austeridad, dijo Jihad Azour, director del FMI para Medio Oriente y Asia Central.
Entre otras cosas el informe señala varios puntos de interés:
- Los sistemas bancarios siguen siendo resistentes y bien capitalizados, pero los focos de vulnerabilidades existentes pueden generar un aumento de los préstamos impagos si las crisis duales se prolongan. La disminución de los precios y la producción de petróleo podría erosionar aún más el espacio político de los exportadores de petróleo y, por lo tanto, afectar sus sistemas bancarios.
- Se prevé que los balances de cuenta corriente se deterioren aún más en 2020, especialmente para los exportadores de petróleo.
- El endurecimiento de las condiciones financieras podría complicar la renovación de la deuda de las empresas y los países de la región. Los bonos soberanos enfrentarían alrededor de US$21.000 millones en deuda externa con vencimiento en el segundo semestre de este año.
Desde finales de marzo, los países de Medio Oriente y Asia Central constituyeron más de 60% de las emisiones soberanas de los mercados emergentes, y Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Bahrein recurrieron a los mercados de bonos.
Sin embargo, esto no detuvo las salidas repentinas de cartera en marzo estimadas entre US$6.000 millones y US$8.000 millones. Su alcance real puede haber sido mayor, dijo el FMI, ya que los datos oficiales aún no están disponibles.
“La política ahora debe ser proactiva, debe adoptar un enfoque multilateral y seguir adaptándose a un entorno desafiante y de rápido movimiento”, dijo Azour.