Una “cantidad sustancial” de los activos de FTX Group “fue robada o está desaparecida”, dijo el martes a un tribunal de quiebras un abogado que representa a la empresa.
“Desafortunadamente, los deudores de FTX no estaban particularmente bien administrados, y eso es un eufemismo”, dijo James Bromley, codirector de reestructuración en el bufete de abogados Sullivan & Cromwell, a un juez en Wilmington, Delaware.
La caída del criptoimperio de Sam Bankman-Fried sucedió muy rápido y fue “bastante impactante”, dijo Bromley. Calificó “sin precedentes” el caso de bancarrota del Capítulo 11.
“Probablemente, hemos sido testigos de uno de los colapsos corporativos más abruptos y difíciles en la historia de las empresas estadounidenses”, afirmó.
Una vez que Bankman-Fried asumió el control del negocio, todos se dieron cuenta por primera vez de que “el emperador no tenía ropa”, dijo Bromley a la corte.
La protección y recuperación de activos es uno de los principales objetivos ahora en FTX, además de la implementación de controles y “transparencia e investigación”, señaló Bromley. La maximización del valor también es clave para el proceso, ya sea que signifique vender o reorganizar negocios. FTX probablemente le pedirá permiso al juez para vender algunos activos “bastante rápido”, agregó.
Bromley indicó que los tipos de controles aplicados en el sistema de FTX ahora incluyen contabilidad, auditoría, gestión de datos y recursos humanos estándar del mercado tradicional. El equipo de FTX también se está coordinando con los reguladores de Estados Unidos y de todo el mundo.