Halliburton Co. está cerrando sus operaciones primarias en Venezuela a medida que Estados Unidos endurece las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro.
“Hasta el 1 de diciembre de 2020, solo se nos permite realizar ciertas transacciones y actividades necesarias para la seguridad o la preservación de activos en Venezuela, junto con otras actividades administrativas”, dijo la compañía el viernes en un documento federal. “Es poco probable que podamos transferir nuestros activos que quedan en Venezuela y esos activos pueden ser expropiados”.
La administración Trump está aumentando la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro mientras el país lidia con la pandemia de COVID-19 y los precios más bajos del petróleo en una generación.
“Actualmente tenemos la intención de permanecer en el país, de conformidad con los términos de la licencia emitida por el Departamento del Tesoro”, dijo Emily Mir, una portavoz de Halliburton, por correo electrónico.
El Departamento del Tesoro dijo a principios de esta semana que ya no permitirá que las cinco principales compañías estadounidenses restantes en Venezuela perforen pozos, vendan o compren petróleo crudo o productos derivados del petróleo, ni que los transporten. Además de Halliburton, la decisión afecta a Chevron Corp. y a los proveedores de servicios petroleros Schlumberger Ltd., Baker Hughes Co. y Weatherford International Plc.
Schlumberger y Halliburton ya han desgravado un total de más de US$2.000 millones en facturas impagas de Venezuela desde hace años, y aun así han mantenido una presencia en el país que alberga las mayores reservas de crudo del mundo.
Chevron es el único gran explorador estadounidense que permaneció en el país después de que sus rivales Exxon Mobil Corp. y ConocoPhillips dejaran el país latinoamericano hace una década luego que el expresidente Hugo Chávez tomó el control de sus activos.