Los inauditos incendios que han azotado a Australia hasta ahora han liberado el equivalente de las emisiones de gases de efecto invernadero del país por el uso de combustibles fósiles de todo un año, según una nueva investigación.Los incendios forestales australianos probablemente contribuyeron con 900 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono, según estimaciones preliminares de los científicos de la Global Fire Emissions Database. En los 12 meses anteriores a junio de 2019, las emisiones anuales de carbono de Australia llegaron a 532 millones de toneladas métricas. Los incendios en Australia han diezmado un área del tamaño de Inglaterra, y los expertos estiman que han muerto hasta mil millones de animales. Al menos 28 personas han fallecido y 3.000 casas han sido destruidas en la peor temporada de incendios del país. Los incendios suelen arder entre septiembre y marzo, los meses de primavera y verano en el hemisferio sur. Se prevé que las consecuencias económicas sean duraderas y los analistas esperan que el producto interno bruto caiga hasta 1,6% este año.
La medición de las emisiones causadas por los incendios forestales conlleva una gran incertidumbre. La cifra real podría caer entre 650 millones de toneladas métricas y 1.200 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Incluso en el límite inferior, es probable que las emisiones de incendios de 2019 sean las más grandes en la historia del país desde 1997, cuando los satélites comenzaron a monitorear las emisiones de incendios.
Australia no está sola al ver que su impacto climático cambia dramáticamente por un desastre. En 2017, Chile sufrió su peor temporada de incendios forestales y produjo emisiones al equivalente de quema de un 90% de la producción anual de gases de efecto invernadero del país, según el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia de la Universidad de Chile.
Durante mucho tiempo, los incendios han sido parte de los paisajes australianos, donde las sabanas, los pastizales y los bosques abiertos arden cada año. Por lo general, tarda solo unos años para que el carbono liberado en tales incendios se reabsorba, a medida que la hierba y las plantas vuelven a crecer, según Rebecca Buchholz, científica del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos. ”Pero esto podría estar desequilibrado”.
Uno de los factores que hace de esta una temporada de incendios sin precedentes es el área afectada en todo el sureste, formada por bosques templados que crecen de manera mucho más lenta. Cerca de la mitad de las emisiones de carbono en esta temporada de incendios provienen de esa región, dijo Guido van der Werf, científico de la Universidad Libre de Ámsterdam. “Estas emisiones pueden reabsorberse o no”, dijo. “Depende del momento en que aparezca el próximo incendio”.
Si bien la contaminación por gases de efecto invernadero de Australia representa solo el 1% del total mundial, el país ocupa el segundo lugar en emisiones per cápita. Australia emitió 16,2 toneladas métricas de dióxido de carbono por persona en 2016, justo debajo de Arabia Saudita (16,3 toneladas métricas) y un poco más que EE.UU. (15 toneladas métricas).
