La inflación de México se ubicó por debajo de las expectativas a principios de octubre, aunque una métrica clave mantuvo la presión sobre el banco central para que los costos de endeudamiento sigan en niveles históricamente altos.
Los precios al consumidor subieron un 8,53% en la primera quincena de octubre en comparación con el mismo período de un año antes, informó el lunes el Instituto Nacional de Estadística. La cifra es inferior al 8,64% de las dos semanas anteriores y de la estimación media del 8,62% de los economistas encuestados por Bloomberg. En términos quincenales, los precios subieron un 0,44%, menos que la proyección del 0,53%.
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Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como el combustible, aumentó un 8,39% a principios de octubre con respecto al mismo período del año anterior, superando tanto la lectura del 8,29% de fines de septiembre como la estimación media del 8,32% de los analistas.
El banco central de México, conocido como Banxico, tiene una meta de inflación del 3%, más o menos un punto porcentual.
El mes pasado, Banxico subió las tasas hasta el 9,25%, la cifra más alta desde que comenzó a fijar metas de inflación en 2008. El aumento de 75 puntos básicos continuó su racha de igualar las subidas de la Reserva Federal de Estados Unidos. Los miembros de la junta del banco se mostraron divididos en las minutas de su reunión publicadas a principios de octubre, con un integrante a favor de un alza menor en noviembre, mientras que otro dijo que podría ser necesario un aumento mayor.
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“Todavía estamos viendo mucha inercia dentro de la inflación, así que creo que tendremos la necesidad de mantener una postura de política monetaria restrictiva para los próximos meses”, dijo en un panel este mes la subgobernadora Irene Espinosa, considerada como uno de los miembros más duros de la junta.
El Gobierno anunció recientemente que suspendería las exportaciones de frijoles y maíz blanco y relajaría las medidas sanitarias sobre alimentos clave en un esfuerzo por frenar la inflación.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del Gobierno y del ciclo de ajuste del banco central, la inflación aún está lejos de volver a la meta en la segunda economía más grande de América Latina. Los analistas han revisado continuamente al alza sus estimaciones este año.
Banxico también revisó al alza el mes pasado su proyección de inflación y estimó que se ubicará en un 8,6% en el último trimestre de 2022 y que recién en el tercer trimestre de 2024 se acercaría a la meta al desacelerarse al 3,1%.
Los economistas encuestados por Citibanamex prevén que la inflación se desacelere al 5,11% a fines del próximo año y esperan que el banco vuelva a subir las tasas en 75 puntos básicos en noviembre y que la tasa cierre el año en un 10,5%, según una encuesta publicada la semana pasada.