ING Groep NV está considerando duplicar su capital en Brasil y volver a abrir el negocio de corretaje en el país ante el auge del mercado de deuda local del país y las reformas prometidas por el nuevo Gobierno.
La idea está en el centro de una estrategia más amplia que contempla inversiones en varias naciones latinoamericanas, dijo Willem Sutherland, quien dirige las operaciones del banco holandés en la región, durante una entrevista en la nueva oficina de ING en São Paulo.
"Hay planes de crecimiento", dijo Sutherland. "Los países en América Latina donde los Gobiernos han girado hacia la derecha son más interesantes para invertir ya que tienen Gobiernos responsables fiscalmente, que saben que el sector privado es más eficiente".
El interés extranjero en Brasil se ha intensificado a raíz de la elección presidencial de octubre, que generó optimismo a que las reformas -incluidos cambios al sistema de pensiones- podrían ser posibles con el nuevo presidente Jair Bolsonaro.
En los mercados, la demanda de inversiones de mayor rendimiento ha aumentado a medida que las tasas de interés se mantienen en mínimos históricos. La emisión de bonos nacionales en Brasil aumentó un 44 por ciento el año pasado a 144.700 millones de reales (US$38.000 millones), según datos recabados por Bloomberg.
ING ocupa el número 13 entre los bancos extranjeros que hacen negocios en la nación, con activos totales de 22.700 millones de reales y un capital de 900 millones de reales, según el banco central. La compañía, con sede en Ámsterdam, tiene alrededor de 110 empleados allí.
Con oficinas de representación en México, Colombia y Argentina, ING carece del nivel suficiente de inversiones en América Latina, dijo Sutherland. El fortalecimiento de sus operaciones corporativas y de banca de inversión en la región ayudaría al banco a diversificar los ingresos y a atender a los clientes europeos que hacen negocios allí, y presentaría oportunidades con gigantes corporativos de América Latina.
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La diversificación también podría ayudar al banco a dejar atrás algunos escándalos, seis meses después de pagar una multa de 775 millones de euros (US$883 millones) para resolver una investigación por un fiscal holandés sobre asuntos que incluyen blanqueo de dinero y prácticas corruptas. La multa fue una de las mayores impuestas a un banco holandés.
Posibles escollos incluyen la cautela sobre el nuevo Gobierno en México, donde el mercado todavía está en un "modo de espera", dijo Sutherland. "No estamos huyendo de México, pero nos mantendremos enfocados en el sector energético".
En Argentina, “ING tiene que proceder con precaución" debido a las elecciones presidenciales de este año", pero no tiene planes de reducir su equipo allí, dijo Sutherland.
El directivo dijo que el crecimiento más rápido probablemente se dará en Colombia, donde ING abrió una oficina hace unos 18 meses y está considerando realizar préstamos en moneda local. La nación tiene "grandes planes de inversión en infraestructura, ya que no tiene suficientes ferrocarriles" y el Gobierno está más abierto a "facilitar que los bancos como nosotros obtengamos acceso a la moneda local", dijo.
En Brasil, ING ya está realizando transacciones de banca de inversión y préstamos en moneda local, junto con los préstamos más tradicionales en dólares que se registran fuera del país.
"Las empresas que construyen torres de telecomunicaciones, centros de datos... si sus contratos están en reales brasileños, probablemente querrían financiarlos en reales brasileños", dijo Sutherland, y agregó que "ése es un espacio al que nos incorporamos en los últimos 18 meses. Hemos hecho algunas transacciones ahí".
Junto con las telecomunicaciones, otros sectores prioritarios incluyen infraestructura, energía, instituciones financieras, alimentos y agronegocios, cemento, papel y celulosa y productos básicos.
"Para que Brasil despegue, solo necesita resolver una cosa: la reforma de las pensiones", dijo Sutherland. "Será un país completamente diferente. Hay expectativas altas".