Los inversores de Brasil elevaron su pronóstico de ahorros derivados del plan de reforma de pensiones al apostar a que el compromiso de los políticos para revitalizar la economía en dificultades se impondrá a los errores políticos del Gobierno.
Los inversores y economistas ahora estiman que la reforma, que una mayoría espera que se apruebe en el tercer trimestre de este año, ahorrará a las arcas públicas unos 680.000 millones de reales (US$169.000 millones) a lo largo de un período de 10 años, frente a los 630.000 millones de reales a finales de abril, según las proyecciones recogidas a través de entrevistas e informes de análisis. Eso es alrededor del 57% del objetivo inicial del Gobierno.
Los inversores confían en que el presidente Jair Bolsonaro cumplirá con las promesas de recortar la deuda e impulsar las cuentas públicas mediante la reducción del gasto en las pensiones. Después de semanas de retrasos, la propuesta superó su primer obstáculo legislativo y ahora es analizada por un comité especial de la cámara baja que probablemente introducirá cambios al proyecto de ley.
¿La economía brasileña en problemas? No para los bancos del país
Entre las estimaciones recabadas por Bloomberg, solo Banco Fibra dice que existe la posibilidad de que los ahorros alcancen la meta del Gobierno de aproximadamente un billón de reales.
"El panorama político es un aún poco fluido", dijo Mauricio Oreng, estratega sénior de Brasil en Rabobank. "Dada la urgencia extrema de aprobar la reforma y la magnitud del deterioro que podría ocurrir en caso de que no se logre, se aprobará una reforma relativamente eficiente".