Los bancos brasileños mostraron su destreza para aumentar sus ganancias en cualquier circunstancia, pese a que la economía más grande de América Latina no se recupera y el desempleo sigue en dos dígitos.
Los cuatro mayores bancos del país que cotizan en bolsa (Itau Unibanco, Banco Santander Brasil, Banco do Brasil y Banco Bradesco) completaron su mejor trimestre desde 2015, según la firma de análisis de datos Economática. Sus ganancias aumentaron un 17% anual entre enero y marzo, un período marcado por la turbulencia política, la confianza en caída libre y las expectativas de crecimiento a la baja.
Además de eso, acumularon ganancias pese a que el Banco Central mantuvo la tasa de interés de referencia en un mínimo histórico y avanzó con los esfuerzos para reducir los spreads bancarios e incrementar la competencia. Si bien la reputación del sector de ganar dinero siempre ya es conocida, su reciente éxito en medio de un contexto tan duro ha llamado la atención de la autoridad monetaria, que escribió en un informe que la rentabilidad ha vuelto a los niveles vistos antes de la recesión, que se prolongó por dos años.
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"Los bancos continuarán con altos niveles de rentabilidad y hay margen para crecer", comentó Tatiana Brandt, analista de Eleven Financial Research.
Spreads elevados
De acuerdo con el Banco Mundial, los spreads crediticios promedio de Brasil, un término que se refiere a la diferencia entre la tasa de depósito y la tasa cobrada en los créditos, son los más altos del mundo después de Madagascar. Los bancos también han reducido los costos al cerrar casi el 10% de sus sucursales físicas desde 2014 y bajar los gastos en préstamos incobrables.
Asimismo, han mejorado aún más sus resultados al obtener ganancias a través de operaciones como comercio de divisas y bonos. Los resultados del sector también se han visto beneficiados por cobros por servicios como revisión de cuentas y tarjetas de crédito, un área más rentable que los préstamos.
Esos factores han ayudado a suavizar el golpe de la combinación del desempleo y subempleo que ha afectado al 25% de la fuerza laboral, además de la incertidumbre sobre las reformas económicas que incide en las inversiones de empresas. Analistas han ajustado a la baja sus proyecciones de crecimiento en 2019 durante 12 semanas consecutivas.
Aún así, los ingresos netos de Santander Brasil y Banco do Brasil superaron todas las estimaciones en encuestas de Bloomberg. En tanto, Bradesco registró alzas de dos dígitos en créditos e ingresos netos ajustados en términos interanuales y la rentabilidad sobre fondos propios de Itaú alcanzó el nivel más alto desde 2015.