Ana Botín, presidenta de Banco Santander SA, quien ha observado a Brasil durante tres décadas, se mantiene optimista sobre el país, incluso cuando las reñidas elecciones amenazan la economía más grande de América Latina.
La filial brasileña del banco probablemente registrará un rendimiento sobre fondos propios de un 20 por ciento este año, dijo Botín el martes en una entrevista con Bloomberg Television. Incluso durante la última recesión, el ROE –como se conoce la medida de rentabilidad– fue cercano a 14 por ciento en el país, señaló. Esa cifra es mayor que casi todos los bancos en el Índice de Bancos y Servicios Financieros Europeos de Bloomberg.
Muchos brasileños están divididos y desilusionados en la víspera de una elección el 7 de octubre que seleccionará a los candidatos presidenciales para una segunda vuelta. Uno de ellos es un excapitán de ejército de extrema derecha con una benigna visión de las dictaduras, y el otro un izquierdista del partido que llevó a la economía al precipicio. Han visto cómo se han evaporado millones de empleos, junto con miles de millones en fondos públicos. La votación final del 28 de octubre podría poner en riesgo el futuro de la mayor economía de América Latina.
"Tengo mucha fe en un país que conozco desde hace 30 años", señaló Botín. “Las elecciones sí serán importantes, pero determinarán el ritmo de desarrollo, no la dirección. La elección del domingo no es el final ni el comienzo para Brasil. La veo como una normalización de la política", agregó.
La semana pasada, Botín sorprendió a analistas e inversionistas al designar a Andrea Orcel, director de banca de inversión de UBS Group AG, para convertirse en el nuevo consejero delegado de Santander.
En Brasil hay en juego hay casi un billón de dólares en deuda pública, la producción de una de las principales canastas de alimentos del mundo y un gigantesco mercado para las empresas multinacionales.
El tamaño de ese mercado interno, su fuerte sector privado y la fortaleza de las instituciones del país están alentando el optimismo de Botín, incluso cuando algunos analistas ven un riesgo para su democracia.
Brasil y México representan alrededor de un tercio del ingreso neto de Santander, aproximadamente lo mismo que España, Portugal y el negocio de consumo de Santander en los países de la zona del euro. Sin embargo, los préstamos totales en los dos países latinoamericanos son menos de un tercio de eso, dijo Botín, lo que demuestra el potencial de crecimiento en la región.
No todos comparten el optimismo de Botín: el analista de KBW Daragh Quinn redujo su calificación de las acciones a desempeño de mercado desde sobredesempeño, argumentando que la incertidumbre que rodea la elección de Brasil este mes es la peor desde 2002.