Al acercarse el brexit, Noeleen Hayes decidió que era hora de que sus dos hijos tuvieran pasaportes irlandeses.
La mujer de 42 años, que vive en Fermanagh, Irlanda del Norte, gastó unos 300 euros (US$337) en la solicitud de la ciudadanía irlandesa para sus chicos, de 11 y 12 años, en parte para obtener beneficios de la Unión Europea, como matrículas universitarias y atención médica más bajas. En virtud de un acuerdo de paz de 1998, los 1,8 millones de habitantes de Irlanda del Norte tienen derecho a un pasaporte irlandés, un pasaporte británico o ambos.
"Con suerte, con esto conservarán sus derechos, como titulares de pasaportes irlandeses y ciudadanos de la UE, de trabajar y estudiar en cualquier lugar de Europa o Irlanda", dijo Hayes, quien es oriunda de Birmingham, en el Reino Unido, y puede solicitar un pasaporte irlandés gracias a sus padres.
Sin embargo, la preocupación es que no sea tan sencillo: muchos de esos derechos están en peligro a menos que el Reino Unido y la UE acuerden esencialmente considerar a Irlanda del Norte como parte del bloque después del brexit. La batalla por los derechos es un microcosmos de la disputa más amplia sobre Irlanda que amenaza con expulsar al Reino Unido de la UE sin un acuerdo.
El estatus de Irlanda del Norte es un escollo en las negociaciones del brexit. Aunque la atención se ha centrado en evitar los puntos de control fronterizos, la cuestión de permitir que los ciudadanos norirlandeses mantengan los beneficios de la ciudadanía de la UE está resultando "delicada", dijo el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, la semana pasada, en otro ejemplo de cómo el brexit amenaza con reabrir heridas que se han ido curando con lentitud en las últimas dos décadas.
La semana pasada, 1.000 figuras destacadas de Irlanda del Norte escribieron al líder irlandés, instándolo a no abandonar la región.
"Las palabras cálidas han sido tranquilizadoras, pero la gente en Irlanda del Norte tiene mucho miedo a ser abandonada", dijo Colin Harvey, profesor de Derecho en la Universidad de Queens en Belfast. "A las palabras cálidas deben seguir garantías sólidas, escritas y legalmente válidas".
Pasaporte ganador
Como Irlanda del Norte votó permanecer en la UE por 56 por ciento contra 44 por ciento, es fácil entender por qué un pasaporte irlandés parece tan atractivo. Dublín ha recibido 180.000 solicitudes del Norte desde la votación del brexit.
Muchos esperan obtener beneficios de acceso como tratamiento gratuito de la salud durante sus visitas a Europa, reconocimiento de calificaciones en todo el bloque y matrículas universitarias subvencionadas. Un ciudadano de la UE que estudia Ingeniería en el Trinity College de Dublín paga alrededor de 28.000 euros a lo largo de cuatro años. Los ciudadanos que no pertenecen a la UE, como los británicos después de brexit, pagarán unos 100.000 euros.
Las autoridades irlandesas afirman que los británicos deben hacer su parte para salvaguardar el Acuerdo de Viernes Santo, el trato que en gran medida aseguró la paz en la región.
"Hay una responsabilidad del Gobierno británico de proteger también el Acuerdo de Viernes Santo en todas sus partes y garantizar que estos problemas se tengan plenamente en cuenta", sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Hayes está preocupada.
"Espero que el Gobierno de Irlanda y la UE garanticen la protección de estos derechos, ya que creo que el Gobierno británico no habla por nosotros", dijo.