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ARDIÓ PARÍS

Macron dio marcha atrás con los aumentos tras las violentas protestas

El presidente francés, orgulloso de mantenerse firme a pesar de la caída de sus niveles de popularidad, dio marcha atrás y suspendió un plan de alza al impuesto sobre el combustible que había hecho que 300.000 manifestantes salieran a las calles durante tres semanas, lo que dejó vívidas imágenes de los violentos enfrentamientos en el corazón de París que dieron la vuelta el mundo.

París en llamas. La protesta de los Chalecos Amarillos escaló y los disturbios se esparcieron por toda la capital francesa.
París en llamas. La protesta de los Chalecos Amarillos escaló y los disturbios se esparcieron por toda la capital francesa. | AFP

El presidente francés, Emmanuel Macron, que se ha enorgullecido de mantenerse firme a pesar de la caída de sus niveles de popularidad, dio marcha atrás y suspendió un plan de alza al impuesto sobre el combustible que había hecho que 300.000 manifestantes salieran a las calles durante tres semanas, lo que dejó vívidas imágenes de los violentos enfrentamientos en el corazón de París que dieron la vuelta el mundo.

Además de las preocupaciones sobre su posible impacto en las finanzas de los franceses, el retiro de las medidas plantea interrogantes sobre un conjunto de reformas que Macron ha planeado para el próximo año, que implican cambios al seguro de desempleo que seguramente serán impopulares y una unificación de los sistemas de jubilación de Francia. Los miembros del grupo de base, apodado los Chalecos Amarillos, ya han dicho que las medidas anunciadas el martes no son suficientes para poner fin a las protestas.

El primer ministro francés, Édouard Philippe, dijo en un discurso televisado el martes que el gobierno suspenderá por seis meses las alzas planeadas en los impuestos a la gasolina y al diésel, alzas en las tarifas de gas y electricidad y la eliminación gradual de las exenciones fiscales para el diésel de tractores. El 15 de diciembre comenzará un debate nacional de tres meses sobre cómo combatir el cambio climático sin perjudicar los bolsillos de los franceses. "Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de nuestra nación", dijo Philippe. "Hemos hecho propuestas, tal vez no sean perfectas. Hablemos, mejorémoslas. Estoy listo".

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Philippe no se refirió a muchas de las otras demandas planteadas por los manifestantes de los Chalecos Amarillos, como un aumento adicional en el salario mínimo. Sin embargo, el repliegue es una medida inusual para Macron, cuyos índices de aprobación se han desplomado en parte debido a la opinión de muchos franceses de que no escucha. El mandatario ha defendido de forma sostenida los aumentos a los impuestos a la gasolina, diciendo que son necesarios para librar al país de los combustibles fósiles y que han sido compensados por los recortes a los impuestos a la nómina.

Philippe dijo que la lucha contra el cambio climático continuaría, e insistió en que no aumentaría la carga fiscal general ni permitiría que la deuda del país aumentara. Desde Bruselas, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, dijo que era demasiado pronto para decir cómo afectarían las medidas a las finanzas de Francia. "Pero el presidente estableció una senda, que es respetar nuestros compromisos europeos, reducir el gasto, reducir la deuda y reducir los impuestos", señaló. "Este curso se mantendrá".

El costo de la congelación de impuestos se estima en unos 2.000 millones de euros (US$2.300 millones), según el Ministerio de Economía francés. Cualquier recorte de impuestos y aumento de gastos para apaciguar a los manifestantes aumentaría la incertidumbre sobre la senda del déficit presupuestario de Francia, que ya se está acercando al límite del 3 por ciento impuesto por la Unión Europea. "Claramente los franceses no quieren nuevos impuestos o impuestos más altos, y no podemos dejar nuevas deudas para nuestros hijos", dijo Philippe. "Cuando pones a los franceses de buenas intenciones alrededor de una mesa, encuentran soluciones".

Algunos Chalecos Amarillos dijeron que las medidas no eran suficientes. "No queríamos una suspensión, queríamos que el aumento pasado del impuesto sobre los combustibles se cancelara inmediatamente", dijo Benjamin Cauchy, uno de los primeros organizadores del grupo de base, en BFM TV. "Suspender el impuesto para reinstaurarlo en seis meses es llevar a los franceses a dar un paseo. Los franceses no son gorriones esperando migajas del gobierno".

El silencio del presidente provocó la ira de algunos. "Macron todavía no se ha dignado a hablar con el pueblo", dijo Laetitia Dewalle, portavoz de los Chalecos Amarillos, en BFM TV. "Sentimos su desdén. Él mantiene sus compromisos internacionales, pero no habla con el pueblo".

Miembros del partido de Macron, La República en Marcha (La République en marche), acogieron con beneplácito las medidas y dijeron que ayudarían a calmar las protestas. "El primer ministro ha abierto la puerta, ahora las protestas deben terminar", dijo a la prensa Aurore Bergé, diputada de la región de París, después de que Philippe se reuniera con los diputados antes de hacer el anuncio público. "Hemos alcanzado un nivel de violencia que no es seguro para el pueblo francés y no permite que este país sea reformado".

El repliegue de Macron se produce en medio de un descenso en su popularidad hasta un nuevo mínimo. Una encuesta realizada por Ifop para la revista Paris Match y Sud-Radio dada a conocer el martes mostró que el apoyo al presidente había caído seis puntos a un 23 por ciento. Philippe alcanzó un 26%. Aunque Macron y el Parlamento, donde su partido tiene la mayoría, no se enfrentan a nuevas elecciones hasta 2022, el retiro del alza a los impuestos puede socavar el resto de su agenda de reformas.

Los manifestantes, que comenzaron bloqueando el tráfico en distintas partes de Francia, llevaron su lucha a París durante los últimos dos fines de semana; pintarrajearon el Arco del Triunfo, quemaron cientos de autos y bloquearon carreteras y depósitos de combustible.