La primera ministra británica, Theresa May, está diseñando un plan para mantener leyes clave de la Unión Europea en vigor durante más tiempo después del brexit a fin de destrabar las negociaciones. La medida podría, sin embargo, causar el enojo de los euroescépticos en su partido.
Según personas conocedoras del tema, el Reino Unido está trabajando en opciones para evitar una frontera radical con Irlanda, un tema que se ha convertido en el principal conflicto en las negociaciones para la separación.
Una idea sería prolongar partes de la denominada fase de transición -el período de gracia de dos años desde el 29 de marzo hasta finales de 2020- afirma un funcionario.
En sus esfuerzos por destrabar las negociaciones sobre la frontera irlandesa, los negociadores británicos han propuesto un acuerdo aduanero temporal, bajo el cual el Reino Unido mantendría el régimen tarifario de la UE hasta finales de 2021. Ahora, los funcionarios de May están trabajando en propuestas para mantener las regulaciones del mercado único europeo en áreas clave, que permitan asegurar un flujo comercial sin trabas, por lo que no sería necesario puntos de control o policía fronteriza en Irlanda.
May trabaja contrarreloj para obtener un acuerdo que evite el caos legal que generaría el dejar el bloque del que país ha sido parte durante 45 años sin un plan. Pero el progreso sobre el tema irlandés ha sido escaso desde diciembre, y en las últimas semanas altos políticos han advertido que las negociaciones podrían fracasar. Ambas partes se están comenzando a preparar para lo peor.
Las conversaciones se retomarán el 16 de agosto, en un esfuerzo por lograr algún avance antes del plazo autoimpuesto para alcanzar un acuerdo general en octubre. El jefe negociador de la UE, Michel Barnier, ha dijo que está dispuesto a escuchar nuevas propuestas sobre el tema irlandés, pero la idea más reciente de Londres podría generar preocupación en Bruselas.
Ambas parten están de acuerdo en que se necesitan garantías, o lo que ha denominado como una barrera, para asegurar que no se impondrá controles fronterizos radicales en la isla irlandesa tras el brexit. El plan de Reino Unido es que el acuerdo comercial que se firme eventualmente con el bloque establecerá tales lazos, que dicha barrera no será necesaria. La UE no está tan segura de eso.
Otra transición
La fase de transición, durante la cual se mantienen las leyes de la UE, pero Reino Unido pierde sus derechos de voto en el bloque- terminaría a finales de diciembre de 2020. Pero el equipo de May ahora está pensando que sería necesario mantener en vigor las reglas de la UE por un período mayor, hasta que el acuerdo comercial entre ambas partes esté listo. La idea no será popular entre los ardientes defensores del brexit en el Partido Conservador de May, quienes están impacientes por lograr una separación total de la UE.