McDonald’s Corp. dijo que se retirará de Rusia después de más de 30 años de operación en el país, intensificando la respuesta corporativa a la invasión de Ucrania.
La salida tiene un gran peso simbólico y económico porque la cadena de comida rápida fue una de las primeras marcas occidentales en establecerse en Rusia cuando abrió una sucursal en la Plaza Pushkin de Moscú en 1990, justo antes de la caída de la Unión Soviética. Unas 30.000 personas hicieron fila afuera del restaurante el día de su inauguración.
“McDonald’s y Rusia se han entrelazado tanto que parece imposible imaginar a uno sin el otro”, dijo el director ejecutivo Chris Kempczinski, en una nota a los empleados el lunes. “Y, sin embargo, desafortunadamente, ahí es donde estamos hoy”.
Las empresas en el negocio de la venta de alimentos y otros artículos esenciales, o con grandes redes de tiendas en Rusia, inicialmente se mostraron más reacias a abandonar el país por completo después de que comenzara la guerra en Ucrania.
McDonald’s inició un proceso de venta luego de cerrar temporalmente sus restaurantes, dijo la compañía en un comunicado el lunes. Espera asumir una amortización de US$1.200 millones a US$1.400 millones por la medida.
La cadena de comida rápida dijo que la crisis humanitaria en Ucrania y el ambiente operativo impredecible resultante significaron que ya no era sostenible operar en Rusia, “ni es consistente con los valores de McDonald’s”.
McDonald’s busca vender toda su cartera de restaurantes a un comprador local y “desarmará” los puntos de venta, eliminando el nombre, el logotipo, la marca y el menú de McDonald’s, aunque la empresa conservará sus marcas registradas en Rusia. La compañía no nombró a un comprador potencial.
Salida de Renault
El lunes temprano, el fabricante de automóviles francés Renault S.A. acordó transferir su negocio ruso de 2.200 millones de euros (US$2.300 millones de dólares), incluido el productor de la marca Lada, a entidades estatales por una suma simbólica equivalente a una nacionalización.
McDonald’s había dicho en marzo que estaba suspendiendo temporalmente sus operaciones en Rusia, donde emplea a 62.000 personas. La decisión se tomó luego de días de críticas en las redes sociales y reacciones violentas de inversionistas.
Rusia se encuentra entre los mercados de propiedad de la empresa más grandes de la cadena con cerca de 850 locales, justo detrás de Australia, el Reino Unido, Alemania, Canadá y Francia. A diferencia de muchos restaurantes similares, que otorgan franquicias en Rusia, la mayoría de las ubicaciones de McDonald’s en Rusia son propiedad y están operadas directamente por la empresa, lo que hace compleja la salida.
El negocio diario de administrar los restaurantes en Rusia se ha vuelto cada vez más difícil para McDonald’s en medio de las sanciones estadounidenses y europeas y las medidas de represalia del presidente Vladímir Putin. Los precios más altos de productos básicos provocados por el conflicto han creado más dolores de cabeza además de las medidas inflacionarias preexistentes.
Mcdonald’s dijo en abril que la suspensión de operaciones en Rusia y Ucrania resultó en un gasto de US$27 millones en el primer trimestre para continuar pagando salarios, arrendamientos y obligaciones con proveedores. La compañía también dijo en ese momento que se esperaba que se desecharan alrededor de US$100 millones en inventario debido al cierre temporal de tiendas en la región.
La cadena dijo que seguirá pagando al personal local mientras busca un comprador. Reafirmó su pronóstico para el año en curso y dijo que espera que el margen operativo esté en el rango del 40% como resultado del cargo por Rusia.