La sugerencia del presidente Jair Bolsonaro de que las dos economías más grandes de América del Sur podrían tener una moneda única similar al euro fue recibida con escepticismo en Brasil y Argentina.
Después de encontrarse con su homólogo, Mauricio Macri, en Buenos Aires el jueves, Bolsonaro dijo que los países estaban dando un "primer paso" hacia "el sueño de una moneda única en el área del Mercosur, el peso real". Repitió la propuesta el viernes durante un evento en Río de Janeiro.
La idea también fue discutida por el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, y líderes empresariales de la capital argentina, según el sitio web UOL. Guedes, que viajaba con Bolsonaro, citó el ejemplo de Alemania y dijo que los países primero tendrían que hacer ajustes fiscales para obtener el beneficio de una mayor competitividad de una moneda común. Brasil y Argentina son miembros del bloque comercial Mercosur junto con Uruguay y Paraguay.
El Banco Central de Brasil desmiente "unión monetaria" con la Argentina
Economistas y políticos de ambos países, que comparten una historia de inestabilidad financiera e incluso hiperinflación, reaccionaron con desconfianza. En Brasil, el presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, sugirió en Twitter que los planes podrían hacer que el real se debilite y que la inflación regrese. En Argentina, Carlos Rodríguez, exsecretario de política económica y profesor de UCEMA, se refirió a Bolsonaro y Macri como "un par de ignorantes por no decir otra cosa hablando de temas que no saben para satisfacer demandas populistas de gente que no entiende". Los memes del peso real comenzaron a circular rápidamente en las redes sociales.
Preocupado por el posible ruido causado por la propuesta, el banco central de Brasil emitió un comunicado a última hora de la noche del jueves negando que haya planes en curso o incluso estudios para una unión monetaria con Argentina.
Nicolás Dujovne le bajo el tono al proyecto de la moneda única: "No tiene plazo por ahora"
Si bien la idea no es nueva –los expresidentes Fernando Henrique Cardoso y Carlos Menem la discutieron hace dos décadas–, llega en un momento difícil para ambos países. En medio de su segunda recesión desde que Macri asumió el cargo, el peso argentino se debilitó más de 50% en 2018. Mientras tanto, la economía de Brasil ha luchado para crecer poco más de 1% anual desde que salió de su peor recesión en 2017.
Para que quede claro, tanto Guedes como el ministro de Economía de Argentina, Nicolás Dujovne, dijeron que la iniciativa tardaría mucho tiempo en implementarse dada la necesaria convergencia de las políticas fiscales, entre otros muchos factores.
"Una moneda común sería inviable sin algunas reformas dramáticas en ambos países, y el plazo para la implementación probablemente abarcaría varias administraciones", asegura Pablo Waldman, jefe de estrategia de INTL FCstone Argentina. "En este punto, en realidad no es más que un espejismo lejano en el mejor de los casos".