Elon Musk aprendió que es difícil ganar una pelea contra la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) cuando la agencia decide jugar rudo.
El máximo ejecutivo de Tesla Inc. aceptó durante el fin de semana pagar cerca del doble en multas para resolver las acusaciones derivadas de su tormenta de tuits de agosto de lo que habría pagado en un acuerdo que descartó el jueves. La decisión de Musk de retirarse del acuerdo inicial llevó al regulador a demandarlo por fraude de valores más tarde ese día, incrementando la presión sobre el asediado multimillonario y su compañía de autos eléctricos.
Las acciones de Tesla subían un 14 por ciento a US$302,75 el lunes en las operaciones previas a la apertura del mercado en Estados Unidos, revirtiendo las pérdidas del viernes luego que la SEC diera a conocer su agresiva estrategia. Los abogados de Musk y la compañía se sintieron frustrados porque querían que la agencia les diera más tiempo para llevarlo de vuelta a la mesa de negociaciones, de acuerdo con dos personas con conocimiento del proceso.
Tras presentar la demanda, los funcionarios de la agencia anticiparon una batalla legal prolongada, pero las conversaciones para llegar a un acuerdo se reanudaron en las últimas horas del viernes después de que el abogado de Musk, Steven Farina, enviara un correo electrónico solicitando reanudar las conversaciones.
Stephanie Avakian y Steve Peikin, codirectores de la División de Cumplimiento de la SEC, lideraron las conversaciones, tomando las riendas de los abogados que trabajaron en el caso, de acuerdo con las fuentes. Avakian y Peikin exigieron que Musk pagara US$20 millones y dejara la presidencia de Tesla por al menos tres años, términos más duros que los que se les ofrecieron en el acuerdo previo que desestimó, dijeron personas cercanas al asunto. La agencia también exigió a la compañía pagar US$20 millones en multas para llegar a un acuerdo por otra demanda relacionada con el uso de las redes sociales por parte de Musk.
La SEC se unificó al adoptar el enfoque más duro, lo que quedó en evidencia en una declaración separada del presidente Jay Clayton después de que se anunciara el acuerdo.
"Este asunto ha sido ampliamente seguido por nuestros inversores individuales", dijo Clayton. "Cuando las empresas y funcionarios corporativos con información privilegiada hacen declaraciones, deben actuar de manera responsable".
La acción ejecutiva de alto perfil llegó en un buen momento para la agencia, que se ha enfrentado a cuestionamientos de legisladores demócratas y defensores de los inversores sobre si se ha convertido en un agente menos agresivo bajo el mando de Clayton, quien fue designado por el presidente Donald Trump.
"El acuerdo ciertamente ayuda a la imagen de la SEC", dijo Urska Velikonja, profesora de derecho de la Universidad de Georgetown que sigue los datos de cumplimiento de la agencia. El acuerdo "contradice la narrativa de que la administración de Trump se está volviendo permisiva con Wall Street y las grandes corporaciones", dijo.
También es destacable que el acuerdo llegó justo un día antes del final del año fiscal del gobierno federal, cuando la agencia hace un recuento de su actividad de control de la aplicación de la normativa de los últimos 12 meses. Esos números son analizados minuciosamente por el Congreso como un barómetro de cuán duro ha sido el regulador en sus tareas de fiscalización.
El viaje desenfrenado que llevó al acuerdo comenzó el 7 de agosto cuando Musk tuiteó que tenía "financiamiento asegurado" para retirar a Tesla de la bolsa, lo que provocó una subida de tal magnitud en el precio de las acciones de la compañía que la negociación se detuvo temporalmente. En cuestión de horas, comenzaron a acumularse las dudas en torno a las afirmaciones de Musk y la SEC abrió rápidamente una investigación. La agencia se movió con una velocidad inusual, cuestionando a Musk semanas después de los tuits. La unidad encargada de hacer cumplir la normativa también tomó el testimonio del directorio de Tesla y otros ejecutivos antes de decidir si tenía suficiente evidencia para presentar las acusaciones.
Musk y Tesla aceptaron llegar a un acuerdo sobre las acusaciones de la SEC sin admitir ni negar alguna mala práctica. El total de US$40 millones en multas se distribuirán a los accionistas perjudicados a través de un proceso aprobado por el tribunal, indicó la SEC.
"Es un recurso jurídico a la medida", dijo Crimmins. "Se mantiene como ejecutivo, de hecho como CEO, el cual los accionistas necesitan para esta compañía".