Hace tiempo que McDonald’s Corp. recibe llamados de atención para que cuide mejor a sus pollos.
A principios de este mes, actores y músicos como Kristen Bell, Joan Jett y Weird Al Yankovic respaldaron las demandas por un trato más compasivo.
Ahora hay un nuevo nombre en esa lista, y tiene mucho más peso. En una carta fechada el 22 de agosto de 2018, a la que Bloomberg News tuvo acceso, el contralor del estado de Nueva York, Thomas P. DiNapoli, expresó su preocupación por los "potenciales riesgos financieros y de reputación asociados con las prácticas de bienestar de los pollos de McDonald’s". DiNapoli escribió en su calidad de fideicomisario del fondo común de jubilación del estado de Nueva York, el tercer fondo de pensiones públicas más grande de Estados Unidos y que, al 31 de julio, poseía más US$300 millones en acciones de McDonald’s.
La advertencia, dirigida al presidente de McDonald’s, Enrique Hernández Jr., y al máximo ejecutivo, Stephen J. Easterbrook, se suma a una amplia campaña mediática de la Humane Society de EE.UU., que incluye un anuncio televisivo transmitido en Chicago, ciudad natal de McDonald’s, y una carta firmada por 20 celebridades. Todos exhortan al gigante de los restaurantes a seguir el ejemplo de competidores como Burger King y Subway y hacer "simples reformas" a sus políticas de bienestar de las aves de corral, incluyendo una transición a métodos de crianza y sacrificio más compasivos.
Mientras que McDonald’s, la cadena de restaurantes más grande del país, se comprometió a tener huevos de gallinas libres de jaulas para 2025 y carne de cerdo sin corrales de gestación para 2022, aún no se ha unido a la competencia en cuanto a prometer estas medidas específicas para los pollos, por lejos el animal más numeroso en las granjas estadounidenses.
DiNapoli pidió a la compañía adoptar estándares precisos para el bienestar de pollos broiler, como los proporcionados por la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés) o por la entidad sin fines de lucro Global Animal Partnership (GAP, por sus siglas en inglés). El punto, sin embargo, no es solo cuidar mejor a los animales, dijo, sino que es proteger a la empresa, y por lo tanto, a sus inversionistas, incluidos los grandes e institucionales como Nueva York.
"Aunque estos estándares son importantes desde la perspectiva del bienestar animal", dice la carta, "también tienen sentido comercial". DiNapoli citó tanto el aumento de la demanda por parte de los consumidores de productos animales con mayor bienestar como la publicidad negativa que McDonald’s ha cosechado al quedarse atrás. Concluyó su carta con una solicitud de "respuesta que detalle qué está haciendo la compañía para fortalecer su reciente política de bienestar de los pollos y alinearla con las mejores prácticas ampliamente aceptadas como las de RSPCA y GAP".
Las quejas de la Humane Society sobre el trato de McDonald’s a los pollos se centra en sus jaulas abarrotadas y en la reproducción, que se selecciona por su rápido crecimiento, lo que la hace propensa a problemas de salud, como piernas rotas.
El grupo aplaudió la carta de DiNapoli. "Que McDonald’s permita que las gallinas sufran gravemente en su cadena de suministro mientras que sus competidores toman medidas para mejorar su tratamiento, ciertamente debe preocupar a cualquier persona que invierta en la compañía", dijo Josh Balk, vicepresidente de protección de animales de granja de Humane Society. "Estamos contentos de que el estado de Nueva York reconozca esto y esté tomando medidas para proteger su inversión al instar a McDonald’s a que lo haga mejor".
El portavoz de DiNapoli, Matthew Sweeney, dijo que aún no han recibido una respuesta de McDonald’s. En respuesta a una solicitud de comentarios por parte de Bloomberg News, la cadena de comida rápida no respondió directamente la solicitud de DiNapoli de una rendición de cuentas ni dijo si abordaría las preocupaciones de la Humane Society.
"El pasado mes de octubre anunciamos una nueva política que establece ocho compromisos globales que mejorarán considerablemente el bienestar de los pollos en toda nuestra cadena de suministro", dijo la compañía. Estos incluyen "exigir que se críen pollos en entornos que promuevan comportamientos naturales, implementar sistemas de monitoreo en las fincas para recopilar indicadores clave de bienestar, establecer auditorías de terceros y crear un consejo consultivo global de sustentabilidad para los pollos".
McDonald’s dijo que trabaja con "proveedores, ONG, académicos y expertos de la industria para avanzar en la sostenibilidad del pollo que se sirve en nuestros restaurantes. Creemos que este enfoque basado en los resultados ofrece la forma más amplia de mejorar considerablemente el bienestar de las aves".