La operación estadounidense para matar al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, en Afganistán tomó varios meses de trabajo de inteligencia para rastrear a la familia del terrorista a Kabul e identificar el objetivo, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
“Esta misión realmente tomó forma en el transcurso de los últimos seis o siete meses. Fue realmente a principios de este año, como escucharon decir al presidente, que recibimos indicios de que el Sr. Zawahiri se había mudado a Afganistán”, dijo Kirby el martes en CNN.
EE.UU. obtuvo indicios e que Zawahiri se había mudado a la capital de Afganistán al rastrear a los miembros de su familia. Después de identificar su residencia, los funcionarios estudiaron sus movimientos y hábitos para determinar un supuesto patrón de vida y concluir que habían identificado a su objetivo.
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“Lo que pudimos hacer fue reunir algo de inteligencia basado en los movimientos de su familia, francamente, y luego, una vez que los rastreamos hasta Kabul, pudimos rastrearlo a él y sus esfuerzos para reunirlos”, dijo Kirby. “Eso se tradujo en semanas, si no varios meses, para asegurarnos de que tuviéramos al tipo adecuado”.
Zawahiri fue asesinado el domingo en Kabul cuando caminó hacia el balcón de su residencia en un ataque estadounidense que usó dos misiles Hellfire y no causó víctimas civiles, según un funcionario sénior de la Administración.
Kirby le dijo a CNN que EE.UU. había recibido confirmación visual de la muerte de Zawahiri, pero no tenía confirmación de ADN.
En comentarios el lunes por la noche en la Casa Blanca, el presidente, Joe Biden, describió a Zawahiri, el sucesor de Osama bin Laden, como un actor fundamental en la planificación de los ataques del 11 de septiembre en EE.UU. y el “autor intelectual” detrás de múltiples ataques contra estadounidenses, incluidos los atentados de las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania, y el USS Cole en 2000.
Biden dijo que el ataque demostró que EE.UU. estaba comprometido a evitar que Afganistán se convirtiera nuevamente en un refugio para grupos terroristas un año después de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses del país, comentarios que fueron reiterados por Kirby.
“Podemos hacer exactamente lo que dijimos que íbamos a hacer hace un año: en el horizonte, la capacidad antiterrorista es posible”, dijo Kirby en CNN. “Si soy un líder de Al Qaeda en Afganistán en este momento, estoy pensando que no es el refugio seguro que alguna vez pensé que era”.
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