Los operadores de opciones están en el nivel más pesimista de los últimos tres años sobre las acciones brasileñas, si un aumento en la volatilidad esperada del iShares MSCI Brazil Exchange Traded Fund es un indicio. El diferencial entre las oscilaciones implícitas a tres meses y la volatilidad histórica de 90 días es el más alto desde septiembre de 2015, según datos compilados por Bloomberg.
Los vendedores cortos están de acuerdo. Desde el 9 de agosto, han agregado US$123 millones a apuestas de caídas en el ETF de Brasil. Eso es una inversión respecto de su optimismo anterior, que había llevado el interés corto en circulación al nivel más bajo desde julio de 2011.
Los activos brasileños han tenido problemas con la incertidumbre política en torno a las elecciones, una perspectiva más bajista para la economía y las perspectivas de una política monetaria más restrictiva en EE.UU.
