La pandemia de coronavirus podría afectar a una tercera parte de los 440 millones de empleos formales e informales en África conforme las medidas de aislamiento privan a las personas en el continente más pobre del mundo de los medios para ganarse la vida, según McKinsey & Co.
La consultora dijo en su informe ‘Finding Africa’s Path’ (Encontrar el camino de África) que entre 9 y 18 millones de los 140 millones de empleos formales del continente que podrían perderse como resultado de la crisis. Otros 30 millones a 35 millones podrían sufrir una reducción en los salarios y las horas de trabajo. Cien millones de los 300 millones de empleos informales en el continente están en riesgo, dijo.
En sectores importantes como la manufactura, la venta minorista y mayorista, el turismo y la construcción, los empleos de más de la mitad de la fuerza laboral podrían sufrir un impacto, dijo McKinsey.
La pandemia ha tardado en golpear el continente africano, pero las consecuencias de la enfermedad han diezmado las economías de África. Las medidas de aislamiento en muchos países han limitado la actividad mientras que los trastornos a las cadenas de suministro mundiales han deprimido los precios de los productos básicos que muchos países exportan.
El Banco Mundial ahora proyecta que la región sufrirá su primera recesión en 25 años.
También hay preocupación por la capacidad limitada de pruebas que podrían estar oscureciendo el número real de infecciones. La enfermedad aparentemente aún no se ha propagado por muchos países africanos, y se espera un rápido aumento en las cifras.
África no está preparada para financiar una respuesta médica y debe gastar US$5.000 millones en sanidad durante los próximos 100 días, dijo McKinsey.
“El continente en su conjunto podría tener solo 20.000 camas en unidades de cuidados intensivos, lo que equivale a 1,7 camas de UCI por cada 100.000 personas”, dijo la consultora. “En comparación, China tiene unas 3,6 camas estimadas en UCI por cada 100.000 personas, mientras que Estados Unidos cuenta con 29,4”.
En África subsahariana, excluyendo Sudáfrica, podría haber solo 3.500 respiradores, dijo McKinsey. Estados Unidos cuenta con 160.000.