El mundo está distraído por la invasión rusa a Ucrania, y después de más de una década de conflictos en la región del Sahel en África occidental, la financiación para una crisis humanitaria se ha desplomado, poniendo en peligro la vida de 900.000 personas, dijo una asociación médica que trabaja en el área.
Hay más de 38,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en África occidental y a finales de junio solo se habían asegurado US$1.300 millones de los US$3.800 millones necesarios, dijo Kader Issaley, director de operaciones de la Alianza para la Acción Médica Internacional, citando las cifras más recientes disponibles.
“Hay fatiga de parte de los donantes”, dijo Issaley en una entrevista el jueves. En el noroeste de Nigeria y Níger, la crisis es la peor que se ha visto desde 2005, dijo.
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La hambruna en el Sahel es una de las menos notadas en África este año debido a la peor sequía en cuatro décadas en el Cuerno de África, un conflicto en Etiopía y el fracaso de cuatro temporadas de lluvias sucesivas en Madagascar.
Además de drenar fondos de otras crisis, la guerra ha hecho subir los precios mundiales de los alimentos, ya que Rusia y Ucrania son fuentes clave de cereales y aceite vegetal, y ha creado una escasez mundial de fertilizantes. Eso, dijo Issaley, puede significar que el próximo año sea aún peor, ya que es probable que caigan las cosechas en todo el Sahel.
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Si bien se han cumplido las necesidades humanitarias de Ucrania, la cantidad entregada al Sahel ha disminuido desde los US$1.800 millones del año pasado, dijo Issaley, cuya organización cuenta con más de 1.200 personas que trabajan en seis países del Sahel: Nigeria, Chad, Níger, Burkina Faso, Malí y Mauritania.
Boko Haram y los militantes del Estado Islámico en el noreste de Nigeria, el bandolerismo en el noroeste del país y el conflicto con los militantes islamistas en Níger, Malí y Burkina Faso cansan a los donantes y complican los esfuerzos de ayuda, dijo. La distribución de alimentos y medicamentos es difícil y los trabajadores humanitarios extranjeros fácilmente reconocibles son el objetivo de los militantes que los secuestran para pedir rescate, dijo.
Niños con hambre
“Es hora de resolver definitivamente la situación”, dijo en referencia a los conflictos. La crisis ahora está llegando a su punto máximo; las reservas de alimentos se están agotando y la cosecha recién llega en octubre, agregó.
El número de niños que sufren de desnutrición aumentó a 6,3 millones desde los 4,9 millones del mismo período del año pasado, dijo. Alima se fundó en 2009 para hacer frente a una crisis alimentaria en Níger y desde entonces ha tratado a 10 millones de personas en 14 países.