Llega de un batacazo: un catálogo de color dorado con una pequeña foto en blanco y negro de pasaporte de un joven con gafas y aspecto nerd.
El tomo anuncia la próxima muestra de uno de los artistas estadounidenses más emblemáticos: Andy Warhol. Su primera retrospectiva en Estados Unidos en casi 30 años se abrirá el próximo mes en el Museo Whitney de Arte Estadounidense con importantes patrocinadores como el gestor de fondos de cobertura Ken Griffin y Bank of America Corp. Los mejores museos y colecciones privadas de todo el mundo prestaron pinturas, dibujos, esculturas y películas.
Donna De Salvo, la curadora de la exposición, dijo que espera que se amplíe la percepción de Warhol más allá de "el hombre con una peluca divertida, que no sabía pintar".
Titulada "Andy Warhol de la A a la B y de Regreso", la exposición incluye más de 350 obras, que abarcan su carrera desde sus inicios en el arte comercial, a través de sus innovaciones en serigrafías de principios de la década de los sesenta hasta colaboraciones en los albores de su vida con artistas como Jean-Michel Basquiat y Keith Haring.
"Debido a que él es tan conocido, ¿cómo haces que la gente piense: ’Nunca había visto eso antes? ¿Nunca pensé en Warhol de esa manera?", dijo De Salvo en una reciente entrevista en el museo. "Fue muy difícil encontrar la solución: cómo no reforzar al mismo viejo Warhol".
Caída de las ventas
La exposición se inaugurará el 12 de noviembre y coincidirá con las subastas semestrales en Nueva York. Las ventas en las subastas anuales de Warhol, que alguna vez fueron un indicador del auge del arte contemporáneo, disminuyeron un 59 por ciento en 2017 desde un máximo de US$568,7 millones tres años antes, según Artprice.com, aunque algunos coleccionistas sostienen que las transacciones más valiosas se han realizado de forma privada.
"No es un mercado en llamas, que está dando grandes pasos", dijo Evan Beard, ejecutivo de servicios artísticos de la división US Trust de Bank of America. "Está un poco lento".
Con suerte, es "una caída momentánea", dijo Eric Shiner, exdirector del Museo Andy Warhol en Pittsburgh, la ciudad natal del artista. "Todo el arte contemporáneo tal como lo conocemos debe ser filtrado a través de él de alguna forma".
Uno de los desafíos con Warhol, quien murió en 1987 a la edad de 58 años, es la gran cantidad de obras. El Museo Warhol tiene 900 pinturas, aproximadamente 100 esculturas, 2.000 obras en papel, más de 1.000 impresiones publicadas y únicas, 4.000 fotografías, 60 largometrajes, 200 pruebas de pantalla y más de 4.000 videos. Los coleccionistas privados, como el magnate de los periódicos Peter Brant y el multimillonario Eli Broad de Los Ángeles, tienen una cantidad significativa de obras, muchas de las cuales fueron prestadas para la muestra del Mueseo Whitney.
"Siguen siendo desconocidos"
"Muchos aspectos de Warhol siguen siendo desconocidos, pese a que él es uno de los artistas más prodigiosos de la historia", dijo Shiner.
Pero la calidad es desigual. De las más de 1.000 obras que se subastan cada año, tres cuartos son impresiones y copias, con decenas de lotes que no se venden. Alrededor del 12 por ciento se venden en más de US$5 millones, según Artprice.
Una sola pintura --como "Accidente de auto plateado (doble desastre)" que se vendió por US$105,4 millones en Sotheby’s en 2013, y que sigue siendo el récord en una subasta de Warhol-- puede distorsionar de forma importante las ventas de una subasta.
El año pasado, al menos cuatro ventas por más de US$120 millones se realizaron de forma privada, según Alberto Mugrabi, cuya familia posee cientos de obras del artista y se encuentra entre los que prestaron para la exposición. La transacción más conocida fue "Marilyn Naranja", que fue vendida por la familia del difunto magnate de los medios Samuel "Si" Newhouse a Griffin por más de US$200 millones.
Los coleccionistas que asistan a las subastas en Nueva York el próximo mes no tendrán la oportunidad de ofertar por pinturas de ese calibre. La obra más cara de Warhol en oferta es "Pistola" (1981-82), avaluada en entre US$7 millones y US$10 millones en Phillips. Christie’s cuenta con "El nacimiento de Venus (después de Botticelli)" de 1984 valorada entre US$2,5 millones a US$3,5 millones. La misma obra no se vendió en Londres en marzo cuando se estimó en 4,5 millones de libras (US$6,2 millones) a 6,5 millones de libras.