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Putin desafía a la OPEP, su economía puede soportar la presión

La resistencia de Vladimir Putin a mayores recortes de producción ha llevado al acuerdo de Rusia con el cartel de la OPEP, que controla más de la mitad de la producción mundial de petróleo, hacia el colapso. Algunas métricas clave que guían la economía rusa ayudan a explicar el razonamiento del presidente.

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La resistencia de Vladimir Putin a mayores recortes de producción ha llevado al acuerdo de Rusia con el cartel de la OPEP, que controla más de la mitad de la producción mundial de petróleo, hacia el colapso. Algunas métricas clave que guían la economía rusa ayudan a explicar el razonamiento del presidente.

“Gracias a que Rusia tomó medidas severas antes, Rusia puede ahora permitirse un precio del petróleo más bajo que hace cinco o seis años”, dijo Dmitry Dolgin, economista jefe de ING Bank en Moscú.

Cinco años de austeridad y salvaguarda de activos contra la amenaza de sanciones estadounidenses han dejado a Rusia en una posición más sólida que nunca para hacer frente a los precios más bajos del petróleo. Los planes de Putin para aumentar el gasto este año pueden seguir adelante independientemente y un rublo más débil solo ayudará a los exportadores de productos básicos del país, que venden sus productos en dólares.

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Rusia resistió la presión de los aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo para hacer recortes de producción más profundos en las negociaciones en Viena que terminaron sin un acuerdo el viernes, diciendo que favorece el mantenimiento de las reducciones de suministro en los niveles actuales hasta junio. Arabia Saudita, el otro actor importante en las conversaciones de la OPEP+, está presionando por un recorte grupal de 1,5 millones de barriles por día.

Las sanciones internacionales obligaron a Rusia a retirar los préstamos extranjeros en los últimos años, mientras que las estrictas políticas fiscales redujeron al mínimo el gasto interno. El resultado es que Rusia ahora cuenta con la cuarta reserva internacional más grande del mundo y algunos de los niveles de deuda más bajos. El nuevo Gobierno de Putin todavía tiene mucho espacio para comenzar a aumentar el gasto este año, incluso si los precios del petróleo caen más cerca de los US$40 por barril.

Atrás quedaron los días en que Rusia necesitaba precios de petróleo de más de US$100 por barril para equilibrar su presupuesto. Una combinación entre recortes de gastos y aumentos de ingresos desde el colapso del precio del petróleo en 2015 ha llevado el punto de equilibrio del presupuesto a US$51 por barril. Aunque los precios del petróleo superaron ese nivel a principios de este mes, el Ministerio de Hacienda puede permitirse tomar un poco menos dado que el presupuesto tuvo un superávit en los últimos dos años.

En comparación con otras naciones exportadoras de petróleo, Rusia está en muy buena condición para hacer frente a los precios más bajos. Arabia Saudita, por ejemplo, equilibra su presupuesto con precios del petróleo aproximadamente del doble del nivel que Rusia puede manejar.

El rublo ha caído cerca de 10% en lo corrido del año, en comparación con una caída de casi 30% para el crudo Brent, lo que implica que la moneda rusa todavía está sobrevaluada. En el pasado, el Kremlin se había contentado con mantener la moneda débil para aumentar los ingresos de los exportadores de productos básicos, la fuerza impulsora de la economía. Scott Johnson, de Bloomberg Economics, advierte, sin embargo, que un golpe al rublo podría “socavar la demanda interna justo cuando se avecinan más choques externos”.