El mercado laboral en auge y el aumento de los ingresos fiscales hacen que los economistas argumenten que los datos decepcionantes no reflejan con precisión la velocidad de la recuperación de España de la recesión más profunda de la eurozona. Las cifras de crecimiento no cumplieron con las expectativas en los últimos dos trimestres, por lo que la economía española ha pasado de ser un líder potencial de la reactivación pospandémica de la región a una economía rezagada, atrás de Francia e Italia.
Sin embargo, muchos expertos no están convencidos. Explican que los datos e indicadores de alta frecuencia como la demanda de materiales de construcción y un aumento en el gasto en tarjetas de crédito pintan un panorama mucho más optimista para la cuarta economía más grande de la eurozona. La realidad será crucial para el Gobierno, que defiende el pronóstico de este año de una expansión del 6,5%, el ritmo más rápido desde 1973.
La inflación podría aumentar más en Latinoamérica en 2022
Los economistas atribuyen las discrepancias en los datos a la rígida metodología del Instituto Nacional de Estadística (INE, por sus siglas), y a los obstáculos que plantea el coronavirus para la recopilación de información y la medición de la producción. Este martes, funcionarios del INE dijeron a analistas que los indicadores publicados desde la estimación del PIB del tercer trimestre muestran un comportamiento más favorable. Esta fue la respuesta a preguntas luego de un informe en el diario El País que indicaba que el instituto había señalado que revisaría la cifra al alza.
Anteriormente, el INE le dijo a Bloomberg que no había detectado problemas en la forma en que recopila la información y que el porcentaje compilado es muy alto. Pero cuando el instituto recortó su dato del PIB del segundo trimestre al 1,1% en septiembre, advirtió que era necesario considerar la “la dificultad inherente a la medición de la coyuntura a la que nos venimos enfrentando desde el primer trimestre de 2020”. Esa revisión sorpresiva hace casi imposible lograr la proyección para todo el año del Gobierno.
El presidente, Pedro Sánchez, que también enfrenta vientos políticos en contra por la inflación récord, confía en una fuerte recuperación respaldada por casi 200.000 millones de euros (US$224.000 millones) de potencial gasto presupuestario en 2022 para ayudarlo a ganar las elecciones del año siguiente. Su equipo argumenta que medir la actividad utilizando indicadores tradicionales implica un claro rezago y que hay más tendencia a las revisiones debido a la pandemia.
Desde la rebaja del INE, los analistas también han recortado las proyecciones: la economía aumentará un 4,6% en 2021, según la más reciente encuesta de Bloomberg. Si bien eso está muy por encima del promedio de 2,8% en los cinco años anteriores al covid, es decepcionante que la producción aún esté 6,5 puntos porcentuales por debajo de los niveles previos a la crisis.
Brasil: La inflación está cerca del 11% pese al mayor ciclo de ajuste mundial
Ciertamente, hay obstáculos para el crecimiento
Si bien está mejorando rápidamente, el turismo extranjero no ha igualado el turismo local y los cierres en Europa podrían limitar aún más los viajes. A nivel nacional, la inflación cercana a un máximo de 30 años amenaza con erosionar la confianza del consumidor. El estímulo de la Unión Europea de 9.000 millones de euros (US$10.100 millones) está llegando lentamente hacia la economía.
También hay buenas noticias
Se crearon casi 750.000 puestos de trabajo entre mayo y noviembre, impulsados por el repunte de los viajes locales. En otros lugares, el gasto en tarjetas de crédito está aumentando en dos dígitos en comparación con 2019, mientras que las solicitudes de hipotecas, las ventas de viviendas y los ingresos por impuestos sobre la renta han superado los niveles anteriores a la crisis.