La reina Sofía de España cumple 83 años y nunca pensó que sería Penélope
Aunque sólo sea reina honorífica de España, tiene ocho doctorados Honoris Causa, una Fundación, muchas funciones protocolares y el peso de mantener intacta la dignidad de la monarquía ibérica, la razón por la que Juan Carlos de Borbón “le tiró” un anillo de compromiso en 1961; y la misma razón por la que él abandonó a ambas, el año pasado.
Reina Sofia de España |
AGENCIAS SHUTERSTOCK-AFP
N. B.
Cumple 83 años Sofía de Grecia, ex reina de España. Su Majestad la Reina Doña Sofía nació en el municipio de Psijicó, en el área metropolitana de Atenas el 2 de noviembre de 1938. Hija primogénita de los Reyes de Grecia Pablo I y Federica, su familia pertenece a una de las Casas Reales más antiguas de Europa. Al nacer, la bautizaron Sofía Margarita Victoria Federica y fue Princesa de Grecia y Dinamarca desde el instante de nacer hasta 1962, cuando ingresó a la corte española.
Actualmente Doña Sofía es reina "honorífica" de España y ocupa un puesto en la presidencia general del Estado detrás de Sofía, la hermana de la Infanta Leonor (la princesa de Asturias). Por delante de Sofía de Grecia en la línea está el Rey honorífico Juan Carlos.
Su niñez transcurrió entre Egipto y África del Sur. Su familia tuvo que expatriarse durante la Segunda Guerra Mundial. Regresó a Grecia en 1946, completó su formación en el internado alemán de Schloss Salem y, de nuevo en Atenas, se especializó en Puericultura, Música y Arqueología. Participó como suplente en el equipo de vela griego, durante los Juegos Olímpicos de Roma en 1960.
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Un año más tarde, se reencontró con el heredero más codiciado de la monarquía española en la boda de los duques de Kent y la corona ibérica pensó que la jovencita griega era la persona ideal para llevar al altar al heredero real; sobre todo porque era hija de reyes en ejercicio.
El 12 de septiembre de 1961, Juan Carlos le pidió la mano a la novia, en el hotel Beau Rivage de Lausana, donde vivía la reina Victoria Eugenia, abuela del novio.
Juntos, pero cada uno en lo suyo.
Según contaría la propia Sofía, años más tarde, el “compromiso” se oficializó cuando el novio “le tiró el anillo” por el aire al grito de "Sofi, cógelo”. Lo que volaba por el palacio era la cajita que contenía el anillo que sellaría su unión.
Juan Carlos que siempre demostró más sangre azul que cortesía, tuvo que salir luego a explicar el episodio: “Amo a la princesa Sofía desde el primer momento en que la vi. Es una de las pocas mujeres que conozco capaz de llevar con toda dignidad una Corona Real”. El pueblo español nunca tuvo dudas del profesionalismo y la entereza de su reina Sofía.
Se habían conocido a los 15 años, pero entonces no soñaban un futuro juntos.
Para concretarse, esa unión debía ser aprobada por Francisco Franco y también por el Papa Juan XXIII.
El primero hubiera preferido una plebeya (corrió entonces que habría dicho ““ya sabe que no tiene que casarse con una princesa… en España hay no pocas muchachas que, sin ser personas reales, merecen un trono”) y el segundo aceptó, pero si se casaban por ambos credos: el católico y el ortodoxo griego.
Y así se hizo el 14 de mayo de 1962, cuando contrajo matrimonio en Atenas con el Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón. A las 10 de la mañana se dieron el primer “Si, quiero” en la catedral católica de San Dionisio, adornada con miles de claveles rojos y amarillos. Después, se repitió la ceremonia en la Catedral Metropolitana de Atenas por el rito ortodoxo.
Boda doble, por el culto católico y el ortodoxo; el Príncipe eligió el look de Teniente; ella, el romántico.
En los años siguientes nacieron sus tres hijos: la Infanta Elena el 20 de diciembre de 1963, la Infanta Cristina el 13 de junio de 1965, y el Príncipe Felipe el 30 de enero de 1968.
Mientras su esposo seguía con sus funciones y sus aventuras allende los mares, Sofía tejía de día la trama de su reinado feliz y, en la soledad de la noche, la destejía.
Siempre se mostró comprometida con su rol.
Los ocho nietos que vio crecer de cerca son la prueba del compromiso con el que aceptó su rol: Leonor, Princesa de Asturias, y la Infanta Sofía, hijas del Rey Don Felipe y la Reina Doña Letizia; Felipe y Victoria de Marichalar y de Borbón, hijos de la Infanta Doña Elena y D. Jaime de Marichalar; y Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin y de Borbón, hijos de la Infanta Doña Cristina y su esposo, D. Iñaki Urdangarin.
Sofía de España tiene tres hijos y ocho nietos.
El 3 de agosto de 2020, mientras tomaba bríos la investigación internacional por 100 millones de dólares que Arabia Saudita habría depositado en una cuenta suiza para el rey Rey Juan Carlos I de España, el esposo bajo sospechas desapareció de la Corte y del Mediterráneo, no sin antes dejarle una carta a ella y un adiós a sus hijos y al pueblo español.
Pese a la partida del rey emérito, la reina decidió seguir con sus labores institucionales. Doña Sofía sigue ostentando de forma vitalicia la dignidad de reina y ejerce funciones protocolares como miembro de la familia real.
Preside varias instituciones y organismos y aún se la ve en varias actividades oficiales.
Además de su participación en actos oficiales e institucionales, Doña Sofía dedica gran atención a actividades sociales y asistenciales. Es Presidenta ejecutiva de la Fundación Reina Sofía. Ostenta además la Presidencia de Honor de varias instituciones culturales y musicales, como la "Escuela Superior de Música Reina Sofía".
Participa también en varios proyectos internacionales sobre el desarrollo de la mujer rural y la expansión empresarial de las capas sociales más desfavorecidas a través del microcrédito.
La Reina Doña Sofía es Académica de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de la Historia. Ha recibido el Doctorado Honoris Causa por las Universidades del Rosario (Bogotá), Valladolid, Cambridge, Oxford, Georgetown, Évora, Nueva York y Seisen (Tokio).
Siempre reina.
Tanto tejer y destejer su propia vida, la convirtió en una persona única, inolvidable: es la única persona en el mundo que es hija, hermana, esposa, madre y abuela de un rey o de alguien que, algún día, será rey como ella.
