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58 años de matrimonio

El rey Juan Carlos abandonó a Sofía, dejó una carta y un adiós para todos

Mientras toma bríos la investigación internacional por 100 millones de dólares que Arabia Saudita habría depositado en una cuenta suiza para él, el rey emérito de España desapareció. Galería de fotos

El rey Juan Carlos reaparece a dos días de retirarse oficialmente
El rey Juan Carlos reaparece a dos días de retirarse oficialmente | CEDOC

Seis demandas por paternidad, los viajes de cacería (en ambos sentidos), el nido vacío, las denuncias por corrupción y ahora el presunto autoexilio. 

Juan Carlos de Borbón vuelve a ser noticia. Y esta vez hubo apuro por empacar y abandonar palacio, trono y esposa, todo a la vez. Al trono, en realidad, ya había renunciado en 2014 cuando entregó la corona a su hijo Felipe, actual regente de España. 

Desde luego, tratándose de don Carlos, que ya tiene 82 años, hay una mujer detrás. Sin embargo, el lío de polleras esta vez parece un telón de fondo. En esta oportunidad, se trata de la alemana Corinna Larsen, aunque hubieran varias en su historial. De hecho, la prensa amarilla acostumbró a los españoles a esos titulares, pero ahora el escándalo cobra otras proporciones. 

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Hoy a la mañana, el rey Felipe anunció que su padre, que recibe aún el tratamiento de rey emérito, había abandonado el suelo español, pero no precisó hacia dónde. Desde 2018, su situación judicial se volvió complicada cuando tanto la justicia suiza como la española anunciaron que lo investigarían para averiguar el origen de los US$ 100 millones que Arabia Saudita habría depositado en una cuenta bancaria suiza, en 2008.

Un audio telefónico de Corinna Larsen decía también que ese dinero era el retorno que el rey emérito había recibido por facilitar la concesión de un tren de alta velocidad en ese país árabe. Y que a ella, el rey generoso le había regalado US$ 65 millones “por gratitud y amor”, ya que parece que fue el nexo en la operación.

La relación entre el Borbón siglo XXI y la tercera en discordia, según la prensa española, se remonta precisamente al 2008, cuando la mujer todavía se hacía llamar Corinna zu Sayn-Wittgenstein, es decir con el apellido de su ex marido.

En 2014, cuando Juan Carlos abdicó a favor de su hijo, el Príncipe Felipe, muchos periódicos, con La República a la cabeza, publicaban que el divorcio de la Reina Sofía era inminente. Pero no sucedió. 

Juan Carlos de Borbón y su talón de Aquiles: las mujeres


Sofia Margarita Victoria Federica nació en un palacio ateniense; es hija de reyes, sobrina de príncipes, amiga de duques y cardenales. Desciende del emperador Federico III de Alemania y de la Reina Victoria, la británica. Hizo el secundario en Alemania, se graduó de enfermera, estudió arqueología, compitió en unas Olimpíadas y coleccionó varios Honoris Causa.

Se habían conocido en 1961, durante la boda de los Duques de Kent, en York. A los tres meses, cenaron en el Hotel Beau Rivage, de Suiza, él le entregó un anillo y luego las familias se sentaron a negociar. Sí, no fue amor a primera vista. Todo estuvo listo y 11 meses después del encuentro en York, se casaban en Atenas, bajo el rito católico y el ortodoxo griego. Pasaron su luna de miel en un crucero por el Mar Egeo. ¡Otros tiempos!
Ella fue siempre discreta y profesional; él, un don Juan carismático, un estratega al que había que domesticar para alcanzar la altura de los grandes desafíos que lo aguardaban.

Entre ellos, el deber siempre ocupó el primer lugar. Durante el franquismo, nacieron los hijos y la pareja real se propuso restaurar la monarquía en España. 


Mientras su esposo veraneaba en yates con sus amantes o cazaba elefantes en Botswana, ella ejerció su rol de Primera Dama sin fisuras. Nunca se le conoció un escándalo, aunque los hubiera tenido. Fue incondicional.


Ahora, el affaire Larsen hizo que Sofía preparara la valija del rey emérito. No, por celos, ni siquiera por despecho. Siempre dijo que aunque fuera griega, se sentía cien por ciento española. Su propio hijo, el Rey Felipe VI, había anunciado en marzo que renunciaba a la herencia de su padre y dejó sin efecto su sueldo anual de 200.000 euros. Su hijo, desde el Palacio de la Zarzuela, quiso remarcar “la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional del servicio a España y a la democracia”.