Los inversionistas que intentan analizar la elección en Brasil siguen recibiendo sorpresas.
El encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ha estado distorsionando las encuestas todo el año al aparecer como candidato. Ahora, incluso ha logrado arruinar una muy esperada encuesta de Ibope, la compañía encuestadora más consolidada del país, que estaba programada para ser publicada el martes por la noche.
Se trata de esto: cuando Ibope presentó una solicitud al Tribunal Electoral de Brasil el 29 de agosto para realizar una encuesta, dijo que usaría un escenario con Lula como candidato y otro utilizando al exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad como el candidato del Partido de los Trabajadores de Lula. Dos días después el Supremo Tribunal de Brasil prohibió a Lula postularse y la encuestadora sacó del escenario a Lula de sus preguntas.
Ahora, Ibope está preocupado de que podría violar las regulaciones del tribunal electoral si publica un sondeo bajo un formato diferente al que fue autorizado y está esperando una respuesta de las autoridades.
Los inversionistas y analistas esperaban las nuevas cifras para evaluar la fortaleza de Haddad en la primera encuesta realizada desde que se le prohibiera oficialmente a Lula competir. Lula sigue siendo muy popular y los inversionistas están buscando datos sobre su capacidad para transferir apoyo a un candidato de reemplazo, que determinará cuales participantes competirán en una segunda vuelta.
El real brasileño se ha depreciado más del 10 por ciento en el último mes y es una de las monedas de mercados emergentes con peor desempeño, solo superando al peso argentino, la lira turca y el rand sudafricano. Las acciones también han tenido un desempeño inferior ante la incertidumbre electoral. El índice Ibovespa ha registrado un retroceso del 3 por ciento en el mismo período, el tercer peor desempeño entre los índices de referencia de países en desarrollo.
