Traders y analistas conversan en desayuno semanal con Bloomberg News en Buenos Aires sobre la situación del mercado de Argentina y principales claves a seguir en el corto plazo. Aquí lo más destacado.
- Paula Gándara, jefe de research y estrategia, AdCap Securities
- Santiago López Alfaro, Socio de Delphos Investment
- Pablo Waldman, jefe de estrategia en INTL FCStone
- Ariel Sbdar, jefe de equities en Banco Industrial
- Un trader de renta fija en un banco privado que pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar públicamente
Lo que genera dudas: el dilema de los dos Albertos
El mercado ya descuenta un triunfo de Alberto Fernández en las elecciones del 27 de octubre. La duda es ahora cómo perfilará su política económica: ¿buscará profundizar las medidas del último gobierno kirchnerista o, por el contrario, intentará ser amigable con el mercado? ¿“Kirchnerismo” o “neomenemismo”?, simplifican los traders, al referirse en este último al ex presidente Carlos Menem (1989-1999) que hizo campaña con agenda peronista, pero que en su gestión aplicó reformas pro-mercado.
Hasta hoy, el mercado pareció más dispuesto a creer en las señales populistas que le generan temor. Los precios de los activos caen con cada afirmación ambigua que surge sobre una eventual reestructuración de deuda, o una junta de granos para el sector agropecuario o un desdoblamiento cambiario.
Pero algunos traders empiezan a entusiasmarse con la idea de un Alberto “moderado”. Creen que hizo un giro hacia la ortodoxia en algunas definiciones de la campaña. Y confían en que los problemas que tiene hoy Argentina deberían conducirlo necesariamente hacia un acuerdo con el FMI y una renegociación benigna con los acreedores privados. El mercado ve dos ‘Albertos’, dos escenarios... y un abismo entre los dos.
Lo que preocupa: estabilidad FX cuelga de un hilo
El tipo de cambio se estabilizó la semana pasada en torno a los 55/USD. Una buena señal: el ajuste monetario de los últimos meses dejó sin pesos al mercado y la potencial demanda de dólares parece tener poco combustible. Ya se ven menos compras de divisas de individuos en los bancos. Sin embargo, nadie cree que ya haya pasado lo peor. La incertidumbre política provoca una dinámica altamente peligrosa para el mercado.
El Banco Central sigue perdiendo reservas, con ventas diarias de divisas y salida de depósitos en dólares. Hoy no hay “bids” para algunos bonos argentinos. Y una larga fila de fondos del exterior, con fuertes posiciones en títulos locales, parece atrapada en un mercado ilíquido, a la espera de la primera oportunidad para salir. Todo esto puede interrumpir la paz cambiaria lograda en una semana. Se ve más definitoria la dinámica de los próximos cuatro meses, que lo que pueda esperarse luego del 10 de diciembre, cuando asuma la próxima administración.
Lo que asusta: un bombardeo de Letes y Lecaps
Cada vencimiento de deuda, en este contexto, es una bomba a desactivar. Esta semana el Tesoro debe pagar USD 1.600 millones de letras en USD (Letes) y ARS 50.000 millones de letras en pesos (Lecaps). El secretario de Finanzas, Santiago Bausili, ya mostró en la última licitación que no está dispuesto a convalidar tasas en dólares que están por encima del 20% anual. En lugar de esto prefiere una renovación amistosa con tenedores públicos, como la Anses, y pagar los vencimientos de los privados. Para las letras en pesos, en cambio, se cree que el Gobierno aún tiene margen de maniobra. Si quisiera evitar tasas por encima del 100% anual, como las actuales, podría cambiar regulaciones para forzar a bancos y aseguradoras a renovarlas. No es la mejor señal, pero el mercado sabrá perdonar: todo sea para evitar nuevas estampidas y una crisis que puede ser explosiva.
Los que se ilusionan: vuelan en círculo fondos distress
El pequeño mercado de capitales de Argentina podría encontrar en los próximos meses una nueva fuente de liquidez. Los fondos distress, que se especializan en los títulos de alto riesgo de incumplimiento, hacen llegar tibiamente consultas sobre los títulos argentinos. Tras el desplome de las últimas dos semanas, algunos bonos se acercaron a lo que se estima sea un valor de recupero de entre 30 y 40 centavos de dólar. El precio puede lucir atractivo para quienes esperen una reestructuración. Y si bien por el momento las ventas son masivas, este sondeo incipiente ya ilusiona a algunas administradoras de fondos.