Canadá está bajo presión para lograr un acuerdo para el TLCAN, a pesar de un importante obstáculo.
A medida que los analistas revisan el acuerdo parcial entre Estados Unidos y México anunciado el lunes, ninguno de los detalles aparece como un problema para el otro socio en el tratado comercial de hace 24 años. En su lugar, los problemas residen en una serie de antiguas disputas entre Canadá y Estados Unidos, especialmente la pelea por los sistemas de resolución de conflictos.
“Parece un conjunto de cosas bastante fáciles de aceptar de parte de Canadá”, dijo Brett House, economista subjefe en Bank of Nova Scotia, en una entrevista sobre lo acordado por Estados Unidos y México. “Realmente estamos donde siempre estuvimos antes”.
Los mercados no parecen preocupados, y los fabricantes de partes de autos canadienses Linamar Corp. y Magna International Inc. vieron subir sus acciones el martes, en una señal de que los inversores esperan que Canadá logre ser parte del acuerdo final y que los problemas con México eran los más importantes por resolver. “No estoy preocupado por la postura de Canadá”, dijo Bruce Heyman, embajador de Estados Unidos en Canadá durante el gobierno de Barack Obama, en conversación con BNN Bloomberg.
Pero el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entró a un período contrarreloj. La ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, llegó el martes a Washington para nuevas negociaciones, y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, quiere notificar al Congreso sobre un acuerdo el viernes. El escenario sería más fácil con Canadá a bordo, pues los legisladores estadounidenses podrían rechazar el acuerdo del Gobierno de Trump, si trata de avanzar solo con México.
Paneles de disputas
El capítulo 19 del TLCAN permite a los paneles antimonopolio resolver conflictos. El gobierno liberal de Justin Trudeau considera esto un tema decisivo, y lo ha hecho saber varias veces. El tema también fue clave en las negociaciones comerciales entre ambos países la generación pasada.
El primer ministro cuenta con apoyo de todos los partidos en las actuales negociaciones. Rona Ambrose, quien dirigió a los conservadores tras la elección de Trudeau en 2015, lo llamó a insistir en el tema. “Canadá tiene que mantenerse firme en el mecanismo de resolución de conflictos”, afirmó a BNN Bloomberg el lunes.
Pero Lighthizer quiere acabar con esta figura, un punto que repitió el lunes, y en el que México no tiene una postura muy fuerte. El pacto entre los dos países dibuja un mecanismo, el Capítulo 11 de paneles de resolución de conflictos inversor-estado, pero el Capítulo 19 es mucho más amplio. Canadá o Estados Unidos, alguien tendrá que pestañear y ceder.