El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que autoriza nuevas sanciones al sector aurífero de Venezuela, en un intento por interrumpir el comercio con Turquía, que funcionarios estadounidenses temen esté socavando los esfuerzos para presionar al mandatario del país sudamericano, Nicolás Maduro.
La orden, firmada el miércoles por Trump y anunciada en un discurso el jueves por el asesor de seguridad nacional, John Bolton, apunta a personas que operan de manera corrupta en la industria venezolana del oro. Se espera que tenga un impacto significativo en la economía del país, según un alto funcionario, que pidió no revelar su identidad.
Bolton señaló que las sanciones son parte de una ofensiva mayor de EE.UU. orientada a promover la democracia en América. Del mismo modo, anunció planes para sancionar a funcionarios de Cuba y Nicaragua y calificó a los tres países de "Troika de la tiranía".
"Este triángulo de terror que se extiende desde La Habana hasta Caracas y Managua es la causa de inmenso sufrimiento humano, el ímpetu de enorme inestabilidad regional y la génesis de una sórdida cuna del comunismo en el hemisferio occidental", declaró Bolton. "Bajo el mandato del presidente Trump, EE.UU. tomará medidas directas contra los tres regímenes para defender el estado de derecho, la libertad y la decencia humana básica en nuestra región".
Trump ha tratado de reducir la apertura diplomática con La Habana que inició su antecesor, Barack Obama. Además de las sanciones al oro, Bolton anunció que el Departamento de Estado castigará a más de dos docenas de entidades adicionales que son propiedad o están controladas por servicios militares y de inteligencia cubanos, prohibiendo las transacciones financieras entre ellas y ciudadanos o empresas de EE.UU.
"Las agencias militares y de inteligencia cubanas no deben obtener beneficios desproporcionados de EE.UU., su gente, sus viajeros o sus empresas", afirmó.
Funcionarios estadounidenses señalan que las sanciones son consecuencia de los esfuerzos cubanos para ayudar al gobierno de Maduro y no tienen relación con los problemas de salud detectados a diplomáticos del país norteamericano en la isla.