Un análisis de Bloomberg de datos de encuestas muestra que Trump es el primer líder estadounidense, al menos desde Ronald Reagan, cuya tasa de aprobación es constantemente baja y es inferior a la evaluación favorable de la economía por parte de los consumidores.
"Hay una gran desconexión", dijo Karlyn Bowman, investigadora y experta en encuestas de opinión pública del American Enterprise Institute (o AEI, por sus siglas), un grupo conservador de expertos con sede en Washington. "La economía no parece dominar de una manera que a menudo ocurre en las elecciones".
Ese es un gran problema para los republicanos que tratan de mantener el control en el Congreso. El director de Presupuestos de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, reconoció la semana pasada en una reunión privada a los partidarios republicanos que necesitaban que en noviembre los votantes se enfocaran en la economía y no en Trump, según el New York Times.
Hay pocas dudas de que la economía está en auge, aunque su desempeño no es tan sobresaliente como sostuvo el lunes el presidente en un tuit hiperbólico en que sugirió que podría ser el mejor de todos los tiempos. El producto interno bruto registró en el segundo trimestre la mayor tasa de crecimiento en cuatro años, el desempleo es casi el más bajo desde la década de 1960 y los salarios parecen finalmente estar aumentando.
"La economía está en auge, pero los números del presidente Donald Trump son un fracaso", dijo el encuestador de la Universidad de Quinnipiac Tim Malloy
Además, los hogares coinciden en el buen desempeño de la economía, según la encuesta semanal Bloomberg Consumer Comfort. El problema de Trump es que, si bien la percepción del consumidor sobre la economía actualmente es más alta que el promedio de cualquier presidente desde que comenzó la encuesta en la década de 1980, su índice de aprobación, medido por una encuesta de Washington Post y ABC News, es el más bajo del grupo. Esta conclusión corresponde a los cálculos de Langer Research Associates, que supervisa las encuestas para el índice Bloomberg Consumer Comfort.
"La economía está en auge, pero los números del presidente Donald Trump son un fracaso", dijo el encuestador de la Universidad de Quinnipiac Tim Malloy. Bowman, de AEI, atribuyó las diferentes evaluaciones de los estadounidenses sobre la economía y el presidente a "la personalidad de Trump y el circo en Washington, que parece ahogar a diario todo lo demás".
Y el resultado de toda la creciente retórica en la capital del país es que los republicanos y los demócratas están tan divididos como lo han estado durante 14 años respecto de sus evaluaciones generales de su situación.
Un índice de polarización, que mide la diferencia en la percepción de los partidarios de los dos partidos en la encuesta Bloomberg Consumer Comfort, muestra que la brecha se ha ampliado rápidamente desde que Trump asumió el cargo en enero de 2017. Ahora se acerca a niveles vistos por última vez en 2004, durante el punto álgido de la guerra en Irak.
Claramente, "una economía fuerte no garantiza una presidencia popular", dijo Gary Langer de Langer Research Associates, con sede en Nueva York.
No obstante, hay un punto positivo para Trump y los republicanos que se refleja en la encuesta Bloomberg Consumer Comfort. A diferencia de los demócratas, los independientes políticos se han vuelto más optimistas a medida que la economía avanza.
Sin embargo, hay dos advertencias: los independientes no son tan optimistas como los republicanos y una clara mayoría de ellos aún desaprueba el desempeño general del presidente, según la última encuesta de Washington Post y ABC News.
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