El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta otra serie de revelaciones que ponen en duda la lealtad de su círculo íntimo, esta vez dentro de la Casa Blanca.
El mes pasado, dos viejos confidentes de negocios suyos cerraron acuerdos de cooperación con los fiscales federales y podrían brindar información sobre los negocios de Trump a cambio de un mejor tratamiento.
Ahora, el libro del periodista que investigó el Watergate, Bob Woodward, donde se describe un Ala Oeste caótica y se narra que exfuncionarios están engañando y socavando activamente a Trump, sumado a un editorial anónimo en el New York Times donde se describen los intentos de altos funcionarios de su Gobierno para desbaratar sus planes, afectaron todavía más la confianza en su personal.
Trump, que considera la lealtad como una virtud primordial, manifestó su frustración el jueves por la noche en un mitin en Billings, Montana, donde comparó el editorial del Times a una traición.
El libro de Bob Woodward pinta a Trump como un "nene de quinto grado"
“Miren esta cosa horrible”, dijo. “¿Es subversión? ¿Es traición?”.
El autor del editorial aseguró que Trump actúa “de forma perjudicial para la salud de nuestra república” y afirmó que “muchos” funcionarios del Gobierno están trabajando contra los “impulsos más equivocados” del presidente.
En Washington, podía advertirse la tensión provocada por los episodios más recientes de una telenovela que abarca a todo el Gobierno, definida por la paranoia y la desconfianza.
Conmoción en la Casa Blanca por las revelaciones de Woodward y el Times
La secretaria de prensa, Sarah Sanders, publicó una súplica a los periodistas que buscan averiguar la identidad del misterioso funcionario del Gobierno que escribió la columna: “Paren”.
‘Cobarde anónimo’
La búsqueda de la persona descrita por Sanders como un “cobarde anónimo” estaba “manchando imprudentemente la reputación de miles de estadounidenses excelentes que sirven con orgullo a nuestro país y trabajan para el presidente Trump”, dijo la funcionaria en un comunicado. Su pedido parecía subrayar hasta qué punto las especulaciones sobre el posible autor vienen consumiendo al Ala Oeste.
Por su parte, la senadora demócrata Elizabeth Warren aprovechó la ocasión para instar a los funcionarios del Gobierno a invocar el proceso constitucional para que el Gabinete considere a Trump incompetente y lo expulse del cargo.
“Se trata de la seguridad de nuestros hijos, de la seguridad nacional de nuestra nación y del futuro de nuestra democracia”, tuiteó Warren. “Si los altos funcionarios creen que el presidente no es apto para el cargo, deberían dejar de ocultarse detrás de editoriales anónimos y de filtrarle información a Bob Woodward y hacer lo que les exige la Constitución: invocar la 25ª Enmienda y sacar a este presidente del cargo”.
La Casa Blanca rechazó la idea de que las diversas crisis hayan perturbado su funcionamiento. Sanders sostuvo que el personal “se mantiene unido”. Pero algunos funcionarios y exfuncionarios de la Casa Blanca también admitieron que el relato sobre disfunciones y riñas internas de Woodward en general suena cierto.
“Creo que, en una posición competitiva de mucho poder, la gente tiende a decir cosas feas de los demás”, dijo el exdirector de comunicaciones Anthony Scaramucci, en entrevista con Fox News. “Si quieren dar marcha atrás y fingir que no dijeron eso, está bien”.